jueves, abril 30, 2009

Uxoricida

Ni poniéndole al Koala como compañero, Tele5 ha conseguido arruinar el propósito del José Manuel Lúcia, el hombre del año; el paracaidista que es capaz, señores, de contestar “uxoricida” a la pregunta “hombre que mata a su mujer”
Uxoricida. A ver si se enteran los periodistas de sucesos, tan proclives, ellos y sus medios, a informar de uxoricidios despachándolos con la etiqueta de “violencia doméstica” o de género. Uxoricida. Y lo dice, con total seguridad, un paraca. Menudo paraca. Mi ídolo.

Lo normal es que arracara el rosco con 7 aciertos consecutivos. Tiene también el récord de contestaciones seguidas, creo que 17, de una tacada. Ayer, su día grande, hizo 23. A ver quien lo mejora. 23 y creo que hizo descanso para que Gálvez, el presentador, pudiera respirar y evitar una muerte por asfixia en medio del plató. Así que se dejó las dos últimas respuestas para el siguiente turno. Dejó responder tres palabras a su rival y, terminó la faena, con 16 segundos todavía por consumir.

Después de 37 programas, más de 40.000 euros de “soldada” y un bote de 396.000 euros –de lo que la Agencia Tributaria se lleva el 50%- José Manuel, por fin, acabó triunfante el rosco de Pasapalabra. No sé si fallaba a propósito para engordar el bote, porque fueron muchas veces las que se quedó a una palabra. Lo cierto es que en el capítulo de cine fallaba cual escopeta de feria.

Así que mientras en mi casa gritábamos todos como posesos “Newmannnnnnnn” a la pregunta apellido del actor que interpretó el papel de Bud Cassidy en “Dos hombres y un destino” él respondía: Niro. Pero dudando entre Niro y Nicholson. Que tiene tela la cosa.

Y cuando la incógnita era Viggo Mortensen ni siquiera conocía al actor, pero vamos, ni la más remota idea. Pero el jodido sabía el nombre del guitarrista de Led Zeppelin (Jimmy Page). Y uxoricida. Y Haydn a la pregunta de compositor austriaco autor del oratorio “La creación”. Señores, un paraca. Eso sí, confundió Mahler con Mendelssohn en la pregunta compositor alemán autor de la Sinfonía Italiana. Pero ahí estuvo.

Las rivales han sido meras comparsas. Algunas dieron la talla, pero ante la “máquina” se quedaban bloqueadas. Hubo quien se quedó a dos o tres palabras, pero ni contando con más tiempo que José Manuel Lúcia fueron capaces de arrebatarle la gloria.

Hay dos formas de salir de Pasapalabra. Ganar el rosco, es decir, con gloria; o ser despachado por el contrincante. Él ha salido con toda la gloria. Joer, no me esperaba yo esto del ejército español.

domingo, abril 19, 2009

Suecia está de moda

Hay que reconocer que Mankell ha resultado ser el introductor de toda una generación de autores suecos más allá de las estrechas y frías fronteras escandinavas. Después de la novela negra clásica anglosajona, la variante sueca se ha convertido en un atractivo exótico.

Tras Mankell y su inspector Wallander han aparecido otros autores en el panorama editorial español y el más exitoso, sin lugar a dudas, Stieg Larsson que ha convertido a Lisbeth Salander en un personaje idolatrado por millones de lectores.

Los estilos son bien diferentes. Mientras que en Mankell la acción es casi mortecina, en Larsson es trepidante. Es más eficaz que la cafeína y eso lo reconocen todos aquellos que han caído en su embrujo: una vez que empiezas la novela –cualquiera de las dos que se han editado en español- es imposible dejarla.

Si en Mankell la más absoluta crueldad queda amortiguada por un relato pausado, en Larsson las atrocidades se presentan con crudeza.

Parece como si la narrativa negra sueca hubiera nacido con Mankell, pero no es así. Sjöwall y Wahlöö fueron los primeros que presentaron sus credenciales y a quienes ya dediqué una entrada en esta bitácora. En la actualidad, con el éxito editorial de Larsson, se reeditan sus novelas de los años 60 y 70 y en las que se perfila ya el estilo escandinavo: crítica política y social sin reservas.

Aprovechando el tirón de Mankell y sobre todo el éxito sin precedentes de Larsson –de quien sus incondicionales esperan la tercera y última novela de la serie Millenium babeando como perros hambrientos ante una pierna de cordero- la industria editorial, además de las obras de Sjöwall y Wahlöö, han descubierto el filón sueco.

Así aparece Klas Ostergren, de quien recuperan obras editadas hace casi 20 años y ambientadas en la misma época en la que el inspector Beck de de Sjöwall y Wahlöö llevaba a cabo sus investigaciones. Aunque no puede calificarse de novela negra, la obra de Ostergren es tan pesimista y crítica como la del resto de los novelistas suecos.

En España, hasta el momento, sólo se ha editado “Caballeros” y no tardará en aparecer “Gangster”, la continuación de la primera.

El capítulo femenino de esta invasión vikinga es Camilla Lackberg y su personaje Erica. Lackberg, sin embargo, abandona el espíritu combativo de sus compatriotas y se asemeja más a una moderna señorita Marple observando a sus vecinos. Literariamente tampoco resiste comparación. Su estilo es superfluo, con mucha descripción inútil, que no aporta nada a la trama. Un estilo propio de seminario para aprendices de escritores. Hay que reconocer que el argumento se presenta con cierta gracia. Novelas sin mayor pretensión que pasar un rato entretenido.

Esperemos con que nos sorprende la narrativa sueca en el futuro.

sábado, abril 04, 2009

¡Inaudito!

Doblada en tres. Así dejó Federer la raqueta tras un error en la semifinal contra Djokovic en el torneo de Miami (antes Cayo Vizcaino). El gentleman de las pistas se desquició e hizo lo nunca visto en él: estrellar con furia la raqueta contra el suelo. Estamos acostumbrados a ver estos arranques en Safin, en Ferrer, hace años el iracundo era Ivanisevic. Pero nunca nadie pudo imaginar a Roger Federer acometer un acto así.