domingo, julio 22, 2012

El ridículo espantoso

Un país ha perdido toda credibilidad cuando manda a sus héroes a la lucha vestidos de lagarteranas. Y encima de lagarteranas rusas, con mochilas que parecen rescatas de unos restos de material escolar decorado con pikachus.
Nuestro proverbial ingenio se ha derramado en Twitter con la abundancia de que somos capaces. Especialmente brillante me ha parecido el comentario de que el chandal no es para ir a por el oro, sino para ir a robar cobre.
El Comité Olímpico Español, trufado de apellidos de abolengo y ex deportistas, es un fiel reflejo de la clase política que nos gobierna. Hoy digo esto, mañana lo otro, siempre miento ... en fin, lo normal.
Cuando se presentó por primera vez el dichoso uniforme y el clamor popular se decantó por el escarnio y la cuchufleta, el COE dijo que hablarían con los rusos para ver si se podía mejorar el diseño (si es que a eso se le puede aplicar la palabra diseño)
Así que, de alguna manera, se esperaba que la cosa mejorara. Pero al parecer los de Bosco dijeron que para lo que les pagan, mejor que los atletas salgan disfrazados, que así, desde luego, no van a pasar desapercibidos.
No es el único patinazo del COE. Antes estuvo la decisión de obviar cualquier concurso público para la equipación, con lo que consiguieron cabrear al cuerpo de diseñadores y a la industria textil patria ... aunque se produzca en China, que narices.
También el COE decidió establecer una normativa para determinar quien tendría que ser el abanderado. Pero luego el resultado no les gustó y decidieron hacer una nominación pasando de la normativa.
Para más coña, el designado -digo yo que al ver el horror que tenía que lucir en la ceremonia inaugural y conminado por su principal patrocinador, Nike- anunció que había recaído en su ya conocida dolencia de tendón y declinó el privilegio.
Vuelta a empezar y, en esta ocasión, los regatistas que habían sido soslayados dijeron que tenían mejores cosas que hacer que el payaso.
Así que, finalmente, será un mozo de 2.13, lo que asegura que no pasará desapercibido, el que luzca el deleznable equipamiento. Si yo fuera Gasol me pillaba una buena gripe.
En resumen, el COE ha ido de despropósito en despropósito y nadie les ha llamado al orden, que digo yo que de algún sitio se financiarán y no me creo que sea con los cepillos de las instalaciones deportivas.