lunes, diciembre 16, 2013

El hombre de la mirada lìquida

Se nos ha ido un grande, Peter O'Toole, el hombre de la mirada líquida, el rostro para la eternidad del mìtico Lawrence de Arabia. Bueno, también se ha muerto Joan Fontaine y temblandico estoy de que en las próximas horas no caiga otra estrella de cine.


Pero este post va de Peter O'Toole. Un irlandés que casi sin comerlo ni beberlo debutó con un papel que le llevaría a él a la gloria y haría inmortal a T.E. Lawrence, porque seamos sinceros. Sin esa película majestuosa Lawrence sería un remoto héroe británico y una referencia literaria menor por sus "Siete pilares de la sabiduría". O por la biografía que escribió sobre él un grandísimo como Robert Graves quien, incluso, le dedicó su Claudio.

Peter O'Toole es asimismo un actor maldito, como otros grandes actores nacidos en las islas: Richard Burton, Richard Harris ... tan grandes actores como grandes bebedores.

 Peter O'Toole será para siempre Lawrence, pero será también Enrique II Plantagenet, personaje que interpretó nada menos que dos veces, en Becket y en el León en Invierno, con una portentosa y crepuscular Katharine Hepburn en el papel de Leonor de Aquitania. En esa película, precisamente, hace un papel importante otro de los señores de la escena británica: Anthony Hopkins.

O'Toole protagonizó unas de las películas más crudas y revolucionarias que, desgraciadamente, ha caído en el olvido: La clase dirigente, un film que, salvando los años que han pasado, parece retratar a muchos de los psicópatas que nos gobiernan.

Otra de sus más memorables actuaciones fue Lord Jim, que recuerdo verla llorando a moco tendido. Porque O'Toole era capaz de emocionarte hasta extremos increíbles, tanto cuando desempeñaba un papel dramático, como cuando hacía uno cómico: ahí está ¿Qué hay de nuevo, Pussycat?, Como robar un millón con la deliciosa Audrey Hepburn o entrañables, como en Mi año favorito.

Tiene también grandes manchas en su historial, aunque no puedan ser responsabilidad suya, como la participación en el Calígula de Tinto Brass que acabó convirtiéndose en una película pornográfica al añadir el productor escenas que no estaban en el guión.







Nada menos que ocho veces fue nominado al Oscar y nada menos que ocho veces se le negó. Todo un récord. La primera, por supuesto, por Lawrence, pero Enrique II también le proporcionó dos nominaciones. También fueron objeto de candidatura sus interpretaciones en Adiós Mr. Chips, la ya citada Clase Dirigente, Mi año favorito, la muy curiosa El Especialista y ya en su ocaso, Venus.

Estuvo casado durante más de dos décadas con otra grandísima actriz, Sian Phillips (la temible Livia de la serie Yo, Claudio ... que casualidades más extrañas)

Su filmografía está llena de películas casi imprescindibles en todos los géneros: Como robar un millón, La noche de los generales, El hombre de la Mancha, El último emperador, ... y apariciones en algunas producciones para TV, como Los Tudor o Yo, Viernes.

O'Toole será eterno y habrá hecho eternos a otros personajes. Adiós al hombre de la mirada líquida.