viernes, junio 29, 2007

¿Qué fué de ...? (4): Linda Fiorentino

La “femme fatale” cinematográfica –la actriz, quiero decir- suele tener una vida profesional breve. Intensa, pero breve. Que se lo digan a Linda Fiorentino que después de incendiar pantallas lleva cinco años sin pisar un plató.

Debuta a mediados de los ochenta con producciones dirigidas al público juvenil. En su tercera película, “After Hours” de Scorsese, le cae un papel perverso. Tras una década de actuaciones en películas intrascendentes, obtiene el codiciado “papel bombón” en “La última seducción”. Una mujer con una falta absoluta de escrúpulos, que no esconde su perversidad, sino que la exhibe provocativamente. Una auténtica “viuda negra”.

Su creación de Bridget Gregory deja huella. Es uno de esos personajes que hacen historia en el cine. Y lo hizo tan bien que empezaron a lloverle ofertas para repetir.

Era difícil resistirse a William Friedkin, quien le pone en bandeja el papel de Trina Gavin en “Jade”, una psiquiatra que vive entre la adoración reprimida del mejor amigo de su marido; las ambiciones de éste último y una clandestina vida sexual promiscua y dura.

Pero era más de lo mismo.

Fiorentino, sin embargo, tenía habilidades de comedianta que no habían sido explotadas. Después de algunas películas de bajo presupuesto, se convierte en coprotagonista del taquillazo “Men in Black”, en un papel de forense despistada y solitaria.

De nuevo aborda un papel en la enloquecida comedia “Dogma” como última descendiente viva de Jesucristo, descendiente divorciada que trabaja en una clínica abortista. Como no hay manera de que haga de persona normal, al año siguiente aparece como la mujer (y no única) de Kevin Spacey en “Criminal y Decente”, una madre de familia con un marido atracador y que comparte la cama con la propia hermana de su mujer.

Su última contribución es “En el punto de mira”, una producción que se parece sospechosamente a “Última llamada”, ambas de 2002, y dónde vuelve con el personaje de mujer de fidelidad distraída.

Desde entonces, Linda Fiorentino ha desaparecido de los repartos, incluídas las series de TV.

jueves, junio 21, 2007

La película de mi vida (2): Arsénico por compasión

Ya tenemos nueva lista de las 100 mejores películas de todos los tiempos. Pocos cambios, eso sí.

Como ya comenté en su día, yo me decantó por la película de mi vida. No es la única, tengo algunas más. Por ejemplo, “Arsénico por compasión”. No puedo evitar verla cada vez que la ponen en la tele. Creo que dos veces en el último año.
Me chifla el razonamiento de Cary Grant a sus tías tras descubrir las actividades a las que se dedican:
- Estáis desarrollando una costumbre muy fea. A ver como os lo explico. No es sólo que sea ilegal. ¡Es que está mal!
Mientras ellas defienden que hacen una labor humanitaria.
Otra escena soberbia es el diálogo entre Jonathan Brewster y el Dr. Einstein sobre el número de asesinatos cometidos. Einstein, con paciencia y muy buenos modales, trata de convencer a Johnny de que no puede contar como víctima a uno que murió de pulmonía. Todo ello porque Brewster no quiere reconocer que sus angelicales tías son más letales que el asesino más buscado de América, él mismo.

Los personajes son excepcionales, desde el taxista que espera infructuosamente llevar a la pareja de luna de miel hasta el policía con ínfulas de dramaturgo que deja atado y amordazado al pobre Grant porque así le puede leer su obra.
Por no hablar, claro, del doctor Einstein en la piel de Peter Lorre.
Al margen de los personajes centrales –las dos tías, Cary Grant, el hermano psicópata, el hermano Teddy Roosvelt- el gran acierto de la película son esos personajes secundarios, cuya presencia en pantalla es brevísima, pero que resulta el contrapunto perfecto al alocado argumento.
Para mí es la película más redonda de Capra, más que “¡Qué bello es vivir!” porque carece de moralina y es absolutamente malintencionada.
Lo que me parece extraordinario es que “Arsénico por compasión” pasara el Código Hays. Para empezar tenemos a dos venerables ancianas que se dedican, impunemente, a cargarse caballeros. Para continuar los entierran en el sótano –teniendo como tienen un cementerio al ladito mismo de casa-. Además un criminal como Jonathan Brewster campa por sus respetos y si al final es apresado es por pura casualidad, ya que los policías son unos completos ineptos. Y eso que no queda claro si el asesino se ha cargado a 12 o 13 individuos.
De Capra también hay otra película que me encanta: “Un gángster para un milagro”, con unos excelentes Glen Ford y Bette Davis y, como no, un elenco de secundarios excepcional.

miércoles, junio 20, 2007

Estrellas efímeras del tenis

Ganar un torneo de tenis no es fácil, especialmente en los más conocidos: Grand Slam y Masters Series. Si el tenista no tiene una calificación alta, tendrá que pasar por las fases previas. Por ejemplo, en un Grand Slam pasan 16 de 128. Cuando empieza la competición ya han tenido que ganar 3 partidos y tienen otros 7 por delante, a cinco set cada uno.

De vez en cuando surge una sorpresa y un desconocido se alza con el título. Puede ser un jugador prometedor y que ganar no sea más que una consecuencia natural de su evolución de juego. Pero otras veces el motivo es más fruto de la casualidad, de retiradas prematuras de rivales que van allanando el camino.

Cuando se repasan las listas de ganadores de campeonatos de tenis nos encontramos con nombres que luego cayeron en el olvido, con una trayectoria anodina, hasta desaparecer. Otras veces sí estaban justificadas sus victorias y auguraban una carrera a tener en cuenta, pero lesiones o simplemente pérdida de interés les alejaron del deporte.

Aunque no es el caso, porque fue un tenista genial, Sergi Bruguera fue de esas estrellas que un buen día se cansaron y desaparecieron. Sospecho que Bruguera odiaba jugar al tenis –de hecho tras dejarlo se ha dedicado al fútbol sala- y no hablamos de un jugador del montón, sino de un doble campeón de Roland Garros y finalista. Un tenista al que temía Pete Sampras que veía que era casi imposible ganarle, incluso en pista rápida.

Bruguera, harto del tenis y de su padre, escudado en un sinfín de lesiones que le martirizaban, decidió un día discretamente abandonar la raqueta.

Uno de los casos más enigmáticos fue el de Roberto Carretero, que fue campeón junior de Roland Garros en 1992. Ganador de Hamburgo 1996 en una final contra Corretja, luego no volvió a ganar ni un torneo más. En toda su carrera profesional jugó 68 partidos, de los que perdió 45.

Detrás de las pocas estrellas, pero muy pocas, están los jugadores medios, sólidos y que de vez en cuando dan la sorpresa. Casi nunca son portada, a excepción de que derroten a un grande o por razones extradeportivas –como Tommy Robredo que exhibe su musculatura en Cosmopolitan- y, tras éstos, los jornaleros del tenis. Jugadores que viven de torneo en torneo, sin grandes patrocinadores y cuyo sustento y el de su equipo es obtener el premio en metálico. Esos que se ubican entre el 200 y 30, que no reciben cartas de invitación ni entran directamente en los cuadros finales gracias a la posición en la clasificación.

Son esos tenistas que no tienen entrenador, preparador físico o masajista, y mucho menos manager o representante. Carecen de jugosos contratos de patrocinio.

Tenemos también a las jóvenes promesas frustradas. Los franceses y los ingleses son especialistas. Cada año en su Grand Slam anuncian la llegada de un jugador que se batirá el cobre para, por fin, ganar el torneo propio. Pero no hay manera. Richard Gasquet o Jamie Murray, como en su día Tim Hemann, serán tenistas del montón que, con suerte, conseguirán un par de torneos menores y pasan a engrosar la lista de “jugadores medios”.

Algunas de estas jóvenes promesas sucumben a las tentaciones del “glamour” y son pasto de las revistas del couché, en lugar de las informaciones deportivas. Como muestra, ahí está Feliciano López, quien da la impresión de estar más ocupado en sus ligues que en su juego, y Fernando Verdasco, también muy dado a aparecer en público con jóvenes actrices.

Los argentinos también son proclives a depositar su confianza en las jóvenes promesas, de quienes auguran sucederán con honor a los grandes nombres que poblaron ese deporte en el país austral, con Guillermo Vilas a la cabeza. Pero no hay manera. Entre sanciones por dopaje y repetidas lesiones que les retiran de la competición durante largas temporadas, siempre se quedan en simples promesas.

Y, por último, están las rutilantes y efímeras estrellas de un par de temporadas. Jugadores que se encumbran y súbitamente se vienen abajo, como son los casos de Carlos Moyá o Juan Carlos Ferrero, que el pobre no levanta cabeza.

Robredo posa con fines benéficos para la investigación contra el cáncer.

lunes, junio 18, 2007

Amenaza lluvia


Corretja en el dobles de la Davis que ganamos en 2000 a Australia (la foto es mía)

Compruebo que este año no me he prodigado en entradas sobre tenis. Hay poco que añadir y pocas sorpresas. Ahí están esos dos repartiéndose los torneos: éste pa’mí; éste pa’tí. Debe ser descorazonador, porque para el resto de los tenistas sólo les quedan las convocatorias menores para obtener algún premio.

Y, sí, es descorazonador cuando cada semana la lista de mejores jugadores presenta los mismos resultados: Federes le saca 2.000 puntos a Nadal (un mundo). Pero Nadal le saca otros tantos al tercero. Para el resto, ser primero es inalcanzable, pero también lo es obtener la segunda plaza.

Así que ese resto debe conformarse, de momento, al papel de sparring con más o menos dignidad.

Ferrer y Nadal están repitiendo esas rivalidades históricas. McEnroe estuvo prácticamente en todas las salsas: Lendl/McEnroe; McEnroe/Borj; McEnroe/Connors ... Pero no hay que olvidar otras como Sampras/Agassi.

Uno de los problemas que tienen las retransmisiones de tenis en televisión es lo mortalmente aburridos que son los comentaristas. Eurosport cuenta con Manuel Poyán que de tenis sabe un rato, pero es capaz de matar de hastío a las ovejas. Canal + tiene un excelente comentarista, Miguel Angel Calleja, pero le reservan para los partidos de madrugada, mientras en los que puede haber más audiencia suelen tirar de “profesionales” como López Maeso, cuya mayor contribución a la ciencia del comentario es que ha alineado o no ha alineado (el tenista en cuestión) los hombros. Una verdadera tortura.

El nombramiento de Emilio Sánchez Vicario como capitán del equipo español de Davis nos ha privado de su trabajo como comentarista de TVE. ¡Gracias, Federación! Es más que posible que bajo su capitanía España tenga que luchar año tras año por la permanencia, pero al menos nos libera del tormento de escucharle. Es capaz de convertir un partido apasionante en un muermo. Por ello, cuando le encomendaban la tarea de hacer insufrible el tenis, yo quitaba la voz. Es la versión corregida y aumentada de su hermanita.

Afortunadamente este año TVE ha fichado a Alex Corretja quien ha demostrado tener grandes tablas en el manejo del micrófono. Para empezar, hace gala de naturalidad y mantiene una enorme complicidad con el comentarista “oficial”. La narración se hace divertida y apasionante, sobre todo porque Corretja se aleja de la terminología técnica, hace asequible el tenis y no para de bromear con su compañero.

Es habitual que las cadenas fichen a grandes figuras retiradas para estos menesteres, pero suelen fijarse en personas con carisma, con capacidad de comunicación. Es el caso del citado McEnroe o de Boris Becker (de quien descubrí que tiene su propio programa en una canal alemán), personas que además de sus conocimientos del deporte aportan intervenciones atractivas, ingeniosas y divertidas.

Así que, desde aquí, mi agradecimiento a TVE por fichar a Corretja y que sea por mucho tiempo.
Y a ver que pasa a partir de la próxima semana en Londres. Llover, lloverá, fijo. Sobre todo porque TVE no tiene los derechos de Wimbledon y habrá que soportar a Maeso.

jueves, junio 14, 2007

Mitomanía (XII): Johnny Depp

Este actor no me daba ni frío ni calor. Vamos, que no le pillaba el punto. Quizás lo encontraba demasiado “alternativo” y no me fijaba demasiado, ni siquiera cuando se puso en la piel (y las cuchillas) de Eduardo Manostijeras.

Le veía demasiado niño, demasiado frágil, demasiado guapo ... Reconozco que algunas de las películas en las que ha participado me habían gustado, pero más por la película en sí que por su interpretación. Por ejemplo, no le recuerdo en “Platoon”.

Durante sus primeros años era imprescindible para papeles de rarito e inadaptado: “Cry baby”, “A quien ama Gilbert Grape”, “El sueño de Arizona”, “Benny y Joon” ...

Fue el papel de “Ed Wood” el que me hizo prendarme de él. Nadie como Johnny para lucir ese bigotito estilo Errol Flynt con tanto desparpajo acompañado de una rebeca de mohair.

Borda el papel de padre atribulado en “A la hora señalada”, interpreta de forma solvente al infiltrado Donnie Brasco y se atreve a ponerse tras la cámara en “The Brave”, una de indios que recuerda un poco a Dead Man: la supervivencia en un mundo caótico y hostil, si bien ahora en la época actual.

Resultaba francamente siniestro en el papel de astronauta abducido y contaminado de “La cara del terror” (absurda traducción de “La mujer del astronauta”, junto a Charlize Theron y participa en algunas otras producciones olvidables como “La novena puerta”, por mucho Polansky que esté detrás.

Tim Burton le convierte en imprescindible, haciéndole protagonista de “Sleepy Hollow”, “Charly y la fábrica de chocolate” o colaborando en “La novia cadáver” y, próximamente, como barbero asesino en el musical "Sweeney Todd".

A mí me encantó en “From the Hell” y “El libertino”, dónde borda el papel de disoluto . Y qué decir de su composición de Jack Sparrow, que me parece memorable, si bien las secuelas son verdaderos bodrios y Depp da la impresión de autoparodiarse. Como contraste, presenta un apocado e imaginativo J.M. Barrie verdaderamente conmovedor.

Ha participado en films de escasa relevancia, como “Blow” o “Vidas furtivas” y no le importa aceptar pequeños papeles –como “En antes de que anochezca”-, o intrascendentes –“Chocolat”- aunque a veces las producciones sean francamente mediocres como en la tercera parte de El Mariachi. Es de esperar que tras su ascenso al olimpo comercial no de más patinazos.

No sé si la megapopularidad que le ha otorgado Sparrow torcerá esa trayectoria peculiar y seleccione sus papeles más por los rendimientos del marketing que por su enjundia. Asusta saber que está en media docena de proyectos para los próximos meses. Sería una verdadera lástima, porque me gusta ese alejamiento que ha mantenido hasta el momento del “star system”, la coherencia de su trayectoria, aunque algunas producciones hayan sido flojas y ese aire de que toda la parafernalia hollywoodiense le da igual.

El chico rebelde y conflictivo parece haber dado paso a un hombre más sosegado –o, si se quiere, aburguesado- desde que comparte la vida con Vanessa Paradis. Una pareja alejada de los escándalos y los focos.

lunes, junio 11, 2007

Para Pieldivina

En agradecimiento por tu reaparición (estelar, por supuesto) te dejo un regalito.

La foto es del escaparate de una librería de Madison Avenue el pasado mes de abril.

Donde esté un 4x4 que se quite el metro

Para contribuir a la preocupación sobre las emisiones de CO2, el gobierno autonómico del califato en el que habito se le ha ocurrido ampliar la red viaria existente. Básicamente consiste en duplicar las calzadas para facilitar el tráfico entre las ciudades y las nuevas zonas residenciales.

Se me ocurre que la mejor forma de facilitar el transporte no es duplicar las calzadas, sino establecer un transporte público con un trazado adecuado, que sea rápido y eficiente. Pero eso, al parecer, no es concebible.

En primer lugar, si se pone un sistema de transporte público como es debido, las cienes y cienes de gasolineras que han abierto en los últimos años al socaire de las nuevas urbanizaciones verán mermado su negocio.

También verían como disminuye su cuenta de resultados los concesionarios que también abundan por las áreas periféricas de las ciudades. Si tenemos un buen transporte público la excusa para comprar ese 4x4 es menos creíble.

Si no existe un buen sistema de transporte público, las personas que trabajan en los polígonos industriales tendrán que utilizar su vehículo particular.

Si no existe un buen sistema de transporte público, las familias que viven en esas zonas residenciales precisaran de al menos dos vehículos y cuando los hijos se hacen mayores habrá que poner uno a su disposición no sólo para salir de juerga, sino para ir a la Universidad (que me lo digan a mí que durante casi tres años he tenido que llevar a una de mis hijas a la otra punta de la ciudad casi de madrugada)

Para continuar, ... Es que no se me ocurren más razones. Porque no se puede alegar motivos de rapidez. Los atascos, aunque hayan cuadriplicado la capacidad de las carreteras, se siguen produciendo a diario (eso sí, contribuyen al negocio de las gasolineras)

Estas inversiones tienen su límite. Las carreteras que unen las urbanizaciones con los pueblos –donde están los centros educativos públicos, los centros de salud, las entidades bancarias, el ayuntamiento, correos ...- no han sido tocadas desde la época de los cartagineses. Y, por supuesto, no existe en la mayoría de los casos, transporte público.

El gobierno de mi califato, a diferencia de otros del mismo cariz político, debe considerar que el transporte público tiene escaso glamour y que no es un argumento de peso para vender imagen de Copas del América o F-1.

En los vídeos promocionales queda más espectacular una vista aérea de un nudo de autopistas que un tranvía.

jueves, junio 07, 2007

¿Qué fué de ...? (3) Madeleine Stowe

Estaba llamada a ser el bellezón moreno de Hollywood. Una actriz a destacar entre las miriadas de rubias insulsas. Con un aspecto ardiente, pero al mismo tiempo contenido, Stowe podía derretir desde la pantalla con una mirada.

Tras el inevitable paso por series televisivas -debuta hace ahora 20 años- con una especie de comedia policiaca junto al veterano Richard Dreyfuss y Emilio Estévez: "Procedimiento ilegal". El papel no era muy lucido, ya que el peso de la peli recaía en los dos actores, pero fue suficiente para conseguir otro mucho más potente y con compañeros de reparto más cotizados. En definitiva, una peli más cara.

Esa fue "Revenge", de Tony Scott, junto con Kevin Costner y Anthony Quinn. Stowe interpretaba el papel de la joven esposa de Quinn, un multimillonario mexicano, posesivo y de pocos escrúpulos. En fin, el resto de la película se la pueden imaginar.

Jack Nicholson la elige para un papel secundario en "Two Jakes".


Pero será la producción histórica "El último mohicano" la que haga de ella un rostro verdaderamente popular. La abnegada y valiente damisela británica que se ve envuelta en guerras coloniales en una América salvaje. Tengo que reconocer que me fijé más en Ojo de Halcón, a la sazón Daniel Day Lewis.

En 1993 Robert Altman la elige para "Vidas Cruzadas", pero su papel queda un tanto diluido entre tantas buenas actrices, especialmente Jennifer Jason Leigh, que hizo una interpretación memorable de ama de casa con un negocio casero de teléfono erótico.

Al año siguiente vuelve a los papeles de mujer fatal en "China Moon", dando cuerpo a una viuda que lleva a la perdición al policía que investiga el asesinato de su marido. Averiguen quien es la culpable. El poli víctima de esta viuda negra estuvo interpretado, como siempre solvente, por Ed Harris.

En "Sola en la penumbra" es una ciega a la que acaban de someter a un trasplante de córnea y es testigo de un asesinato, pero como no está habituada a ver, es incapaz de describir al asesino. Como en anteriores ocasiones, la historia sigue con un romance con el policía encargado de la investigación, ahora con la cara de Aidan Quinn. La historia es un tanto rebuscada, pero entretenida y, por supuesto, nuestra ex ciega, tiene un dramático pasado que no quiere recordar.

En el 95 tiene otra gran oportunidad con "12 monos". Su personaje, sin embargo, desentona, ya que es el único que no parece estar bajo los efectos del ácido lisérgico.

En el 99 comparte pantalla con un recuperado John Travolta post Pulp Fiction en "La hija del general", un thriller sado/militar pasado por agua.

Su decadencia se aprecia ya en películas como "El protector", junto a Silvester Stallone y producciones que van directamente al videoclub.

Entre 203 y 2005 no apareció en ninguna producción y desde esa fecha se limita a trabajar en series de TV.

miércoles, junio 06, 2007

El Moma

Sólo por el MOMA ya merecería la pena ir a NYC. Hace casi dos meses que estuve allí, pero no he tenido mucho tiempo para subir aquí algunas de las fotografías que tomé. Es la primera vez que voy tras la ampliación y reforma del Museo que se había quedado notablemente insuficiente.

Ha sido una obra muy buena que permite ahora ver mayor número de obras. Las salas están racionalmente dispuestas y perfectamente señalizadas. Algunas secciones, como la dedicada al diseño industrial, están ahora como es debido. Las viejas salas eran un amontonamiento de objetos cuyo único sentido parecía ser obras señeras de firmas relevantes, pero ahora hay más piezas, mejor dispuestas y mejor documentadas.

Envidia es el sentimiento que surge cuando uno visita el MOMA. Tantas obras y tan extraordinarias. Y envidia por el origen de este museo. Aquí es difícil encontrar el desprendimiento de la clase multimillonaria neoyorquina, que es capaz de donar obras de esta categoría o contribuir a la compra de nuevos fondos.

Aquí se comprarán un yate con 10 metros más de eslora que el del vecino o si compran una obra de arte la tendrán a buen recaudo, lejos de los ojos del pueblo ... si es que tienen el más mínimo gusto para adquirir una.

Únicamente eché en falta algo: la presencia de la señorita Pies Diminutos para que reflexionara en voz alta sobre cada obra que aparecía ante mis ojos.

Man Ray

Signac
Magritte
Rothko
Rothko
Pollock
Picabia
Monet
Mondrian
Matisse
Malevich
Lissitzky
Leger
Leger
Leger
Kokoschka
Klimt
Kirchner
Klimt
Picasso
Las señoritas
Picasso
Vincent
Chirico
Chagall
Bonnard

lunes, junio 04, 2007

España es la caña

Ustedes perdonen, pero hoy me he jartado de reir. A la propuesta del PP –que está como loco buscando ideas- de poner letra al himno nacional, con lo mono que está como está, los lectores de El País han tenido montones de propuestas.

La Marcha Real es eso, una marcha, y por lo tanto sin letra, de 1770. Al margen de ocurrencias como la del “florido pensil”, de fracaso estrepitoso, el himno sin letra nos distingue. Si la selección española de fútbol se siente rara, oye, que empiece por pasar de cuartos de final de algún campeonato y hablaremos. Serán capaces de defender que la culpa de que siempre perdamos en cuartos es de la ausencia de letra hímnica.

A lo que iba. Que las propuestas son buenísimas:
a) Suspiros de España
b) Asturias patria querida (aunque al Principado igual no le hacía gracia)
c) Paquito el Chocolatero
d) Que ponga la letra Cañita Brava
e) Que la ponga El Fary
f) Qué viva España
g) Que la ponga Luis Aguilé
h) Letrista: Leonardo Dantés
i) Que programen un Operación Triunfo: el Himno de España
j) España es la caña
k) La caña de España
l) Que dado como están las cosas, que se haga cargo la SGAE (Teddy Bautista o Ramoncín)
m) Franco, Franco que tiene el culo blanco ...
n) Serrat, Sabina, Víctor Manuel ...
ñ) Los Chichos
n) Mi favorita: Americanosssssssssssssss os recibimos con alegríaaaaaaaaaaaa

En una semana Rajoy ha tenido tres ocurrencias: mandar a sus asesores a conocer las ideas de Sarko y Merkel (se nota que no tiene ideas propias); hacerles mimitos a los nacionalistas (sí, aquellos a los que increpaba el PP con “Pujol, enano, habla castellano) y poner letra al himno nacional.

Está hemorrágico de ideas. Pordios, que le lleven a la UVI que se nos va a desangrar.