domingo, enero 14, 2007

Mitomanía (X): Burt Lancaster

Si hay algo que le haga reconocible es su sonrisa. Amplia y luminosa, le convertía en un foco de atracción en la pantalla. Si hubo un actor capaz de afrontar cualquier papel, Burt Lancaster a su servicio.

Un acróbata que sacó partido de un físico portentoso. Ahí quedan dos de las mejores pelis de aventuras: “El temible burlón” y “El halcón y la flecha”. Pocos actores podían permitirse el embutirse en aquellas mallas imposibles y no quedar ridículos. Burt estaba espectacular. Y esa mítica sonrisa le permitía acometer comedias con enorme solvencia.

Pero su debut fue en puro cine negro, “Forajidos” junto a Ava Gardner, para quien también era su primera película. Una obra arriesgada para mediados de la década de los 40 que marcaría estilo.

Su presencia resultaba imprescindible en películas del Oeste. En “Veracruz” plantaba cara y ganaba la partida a un crepuscular Gary Cooper y aunque era el villano, era un villano encantador, cuya muerte, sonriendo, me arrancó una lagrimilla.

Compartiría protagonismo con Kirk Douglas en uno de los episodios repetidamente llevados al cine, OK Corral, en “Duelo de Titanes” y sería un indio rebelde en “Apache”. El Oeste de la frontera también será escenario de otras películas con su presencia: “Los que no perdonan”, “Los profesionales”, “La batalla de las colinas de whisky”, “Que viene Váldez” o “La venganza de Ulzana”

Su pasado militar le favorecía la prestancia de su figura vestida de uniforme. En “De aquí a la eternidad” interpreta una de las escenas de sexo más recatadas –a los ojos del espectador actual- y al mismo tiempo más tórridas, junto a la gélida Deborah Kerr. Un papel que le valió su primera nominación al Oscar.

En “El hombre de Alcatraz” emociona en su papel de preso amante de los pájaros, en otra interpretación memorable que le volvería a entrar en las quinielas de la Academia.

La madurez no le resta un gramo de atractivo. Con 55 años protagoniza “El nadador”, donde exhibe una poderosa y deslumbrante presencia física.

Al contrario que otras estrellas de Hollywood, Lancaster atendía las llamadas de los directores europeos que le brindaron algunos de los papeles que permanecen en la memoria: El príncipe de Salina, el paradigma del aristócrata que debe afrontar la llegada de nuevos tiempos. Este título abrió una fructífera colaboración con Visconti y otros cineastas italianos, como Bertolucci. Películas que como “Confidencias” o “Novecento” descubrieron a un Lancaster de infinita elegancia y solvencia interpretativa.

La madurez aumenta su atractivo. El saltimbanqui es un actor que llena la pantalla aunque aparezca en una esquina. Nadie puede dudar que una jovencísima Susan Sarandon se enamore de un Lancaster crepuscular en “Atlantic City”, que le lleva a la cuarta nominación. Obtendría la estatuilla como mejor actor por “El fuego y la palabra”.

Sin embargo, una de las películas casi desconocidas que yo siempre tengo en la memoria es “El tren”, la odisea de un maquinista que, ante la inminente caída del Reich, trata de que los tesoros artísticos de París no salgan de Francia. El mismo año, 1961, interpreta a un digno militar alemán juzgado en “Vendedores y vencidos”.

Sus últimos años aceptó papeles en miniseries. Murió en 1994 y nos dejó un magnífico legado … y su sonrisa.

16 comentarios:

Unknown dijo...

Lancaster era un hombre carismático. Aprendió a hacerse todo un actor, con gran oficio. Inolvidable en "De aquí a la eternidad". Todo un mito, no me extraña tu veneración.

Un saludo

Anónimo dijo...

Increíble en 'Trapezio'... supo conjugar todas sus dotes para ser un buen actor... Me encantan tus mitos... y casi has acertado con todos los míos, sólo te falta uno, álgún día si no lo pones te diré cual es...

besos cinéfilos

Anónimo dijo...

Tourneur, Siodmark, Wise, Aldrich, Dieterle, Litvak, Sturges, Huston, Visconti... ¡con qué directores ha trabajado este hombre! Pero de entre todas sus películas, por aquello de elegir una, me quedo con “El nadador”: no me canso de ver una y otra vez a Lancaster cruzando el río Lucinda.

Un saludín.

Anónimo dijo...

!Y qué sonrisa!

Anónimo dijo...

Carlos Fuentes siempre lamentó que no pudiera protagonizar "Gringo Viejo" (al parecer por una cuestión de seguros). No porque Gregory Peck no fuese adecuado sino porque Lancaster tenía esa expresión de ternura convinada con cierta malicia que le hacía único.

Phil Alden Robinson le regaló una de sus últimas grandes escenas en "Campo de Sueños". El momento en el que tiene que abandonar el campo (renunciando al sueño de su juventud) por salvar la vida de la hija de Kevin Costner.

Lancaster es una de esas personas que dan la sensación de estar siempre cerca de ti. Cuando le ves en una pantalla es como si le hubieses visto el día antes. Genera esa confortable sensación del regreso a casa.

Anónimo dijo...

¿Convinada?... Que Lázaro Carreter me fustigue, allá dónde esté...

Anónimo dijo...

Estos eran actores, y nos lo de ahora... Y aquellas eran películas: El halcón y la flecha, Apache, Veracruz, Duelo de titanes, El hombre de Alcatraz, y así hasta Atlantic City (1980) y por citar sólo algunas.
Ya digo, un ACTOR, así, con mayúsculas.

Alicia Liddell dijo...

Alex: Se me abrieron las carnes, pero todos cometemeos deslices, especialmente yo, que además tengo el pc soliviantado y llevo una semana que estoy por cometer un informaticidio. Para más información consultar la entrada en este mismo blog "El jodido ordenador" de julio 2005. Y es que nada ha cambiado desde entonces.

Dsdemona: Lo intento, lo intento. Pero es que hay muchos actores. Procuro acertar con sus gustos, pero cada vez me lo pone más difícil. A usted le gusta mantener el enigma y comprobar si atino.

El Lector: Gracias por su visita. Y sí, Lancaster como Grant, a quien le dediqué otro post, son grandísimos.

Anónimo dijo...

(Permíteme la frivolidad que sigue, Alicia, pero en estos tiempos que corren se agradece la evasión).
Si sería grande este señor que hasta en España nos acordamos de su nombre cuando la cagamos...
(Y yo me pregunto: ¿lo sabía el señor Lancaster?).

Anónimo dijo...

Estimada Sra. Liddell: ¡La venganza de Ulzana! Debe ser una de las películas más terroríficas que he visto en mi vida, de puro realismo. Y, por supuesto, el viejo Burt se sale. Gracias, como siempre, por regalarnos su erudición.

Alicia Liddell dijo...

Ejem, Peca, no quería caer en la vulgaridad de señalar esos abdominales tableta de chocolate sin necesidad de anabolizantes (creo que por entonces no se habían descubierto)

Anónimo dijo...

Los mejores dientes de Hollywood. Y los mejores abdominales. Sí, señor.

Coincidimos mucho en gustos, Srta. Liddell.

Anónimo dijo...

Mi favorito es y siempre será Cary Grant. Burt Lancaster siempre me pareció su alter ego. Mi película favorita, suya, es sin duda Mesas separadas, una maravilla.
Saludos

Antonia

Anónimo dijo...

La pelicula favorita de mi padre es "El temible burlón"... estoy de acuerdo con Alex en la sensación que produce ver a Lancaster en pantalla... A mi me encanta en "El nadador" y "El gatopardo", entre muchas otras...

pcbcarp dijo...

¡Anda la leche! Se me ocurre mirar aquí y aparezco como anónimo. Yo soy el que dice que Ulzana tal y que gracias por la erudición. Qué cosas

Alicia Liddell dijo...

pcbcarp: Son cosas de la nueva versión de blogger. De pronto, casi todas las contribuciones aparecen sin padre ni madre.