Esta mañana, por mor de la huelga de transporte, compartimos vehículo mi marido y yo. En esas íbamos, sobre las 7:30, oyendo Radio Nacional cuando nos sorprendió una noticia inaudita: el recién nacido Ministerio de Igualdad pone a disposición de los maltratadores un teléfono gratuíto.
Hombre, digo yo, a los maltratadores hay que ponerles a disposición de la justicia y, en todo caso, que paguen la llamada. Eso íbamos comentando, más o menos, y añadiendo barbaridades a la barbaridad en sí.
- Pues no, que sea una llamada de cobro, en plan teléfono guarro: 50 euros media hora, por lo menos.
- ¿Será contestador o habrá alguien al otro lado?
- Imáginate lo que se oirá: “Pepiiiiiiiiiiiiiiiiiii, como no vuelvas a casa te mato”.
- Igual piensa la ministra que si les pones un teléfono para que se desfoguen se les disipa la adrenalina, vete tú a saber.
Sabemos los dos que no es un tema para bromear, pero, francamente, la ministra bisoña parece que está para ello, para bromas. No en balde es gaditana y ya sabemos todos la “grasia” que destilan por allí.
Es probable que algún asesor le haya recomendado calurosamente una iniciativa tan peregrina. Dado que Aído todavía no había demostrado si era buena o mala ministra –más que nada por que ignoro que ha hecho desde que prometió el cargo- es un suponer que haya puesto en marcha el asunto.
Claro que, una vez leída y oída la noticia en los periódicos, la idea no parece tan buena, especialmente para la imagen de la “ministra más joven de la democracia” –como no se cansan de repetir, como si eso fuera un mérito y no un accidente-.
Aído en sólo un par de intervenciones parece querer emular a aquella ministra del PP que tan buenos ratos nos deparó con sus intervenciones y los bises en el CQC, Esperanza Aguirre. No contenta con el sobresalto del teléfono, soltó en el Congreso una perla digna de figurar en el Guiness: “Miembros y miembras ...”
Ya sé que de todo esto tiene la culpa Ibarretxe, a quien el demonio confunda. Pero se supone que la Sra. Aído es universitaria. También sé que eso hoy día poco significa ... pero ¡Joderrrrrrrrrrrrrr!!! Y lo que es más infumable. En lugar de reconocer el patinazo y disculparse humildemente, se excusa con que fue un lapsus y que ¡no descarta que el RAE incluya el palabro en el diccionario!
Señores de la Real, por lo más sagrado, declaren persona non grata a semejanta (sic) individua.
El académico Gregorio Salvador afirma que la ministra es “una persona carente de conocimientos gramaticales, lingüísticos y de todo tipo”. Yo abreviaría. La ministra es una persona ignorante.
Señora Aído, vuelva a la escuela y haga los ejercicios de gramática, que seguramente se los resolvía otra persona.
10 comentarios:
Todo esto daría para muchas risas si no fuese real. Me refiero a la existencia de un ministerio con un nombre tan siniestro como Ministerio de Igualdad. Aunque pensándolo bien, qué demonios, da para muchas risas aunque sea real.
Saludos, señora Liddell.
Suena raro eso de ser una persona carente de "conocimientos gramaticales, lingüísticos y de todo tipo". Recuerdo un poco aquel chiste de Voltaire sobre el libro de Pico della Mirandola titulado: De omni re scibili, al que el francés añadió et quibusdam aliis.
Es lo que tenemos, un gobierno de la Sta. Pepis.
Pasaba por aquí.
Alicia, por favor, un poco de respeto hacia tu sexo. ¿Qué es eso de titular tu entrada "La ministra ignorante"? Deberías haber puesto "La ministra ignoranta", hombre-por-dios...
Eso lo dices porque es mujer, si fuese hombre no lo dirìas porque eres una machista encubierta.
Ala.
Y si eso que has escrito lo ve el Instituto de la Mujer te ponen 12 o 15 denuncias.
Pero yo no lo haré porque no les quiero quitar trabajo.
Inculturas aparte, el chiste de Voltaire, contado por Chiquito de la Calzada, gana un montón.
Besos desde Barstow.
PD. Qué engorro lo de la palabrita, Alicia. Más que contra el spam, es un filtro contra la pereza.
Qué daño hace esta peazo tonta. Con lo que cuesta que a una (ains) se la tome en serio, luego va una niñata de estas y nos deja a las feministas de toda la vida con el culo al aire.
Los dejo que tengo que ir a quemar unos cuantos sujetadores (no es por ideología: es que me molestan por la hernia de hiato).
En serio: lo del teléfono para maltratadores es demencial, y fruto quizás de ese talante desvirtuado de no querer pelearse con nadie y quedar bien con todo el mundo. Bueno, y es una gilipollez, pero eso es obvio.
Me ponen a mí a trabajar de operadora en ese teléfono y...
Yo he oído a muchos hombres quejarse de que ahora son ellos los discriminados, y tal, y tal... Capaces son que como hay un teléfono para mujeres golpeadas y torturadas física y mentalmente, también los nuevos hombres quieren su telefonito. Que se lo pidan a los Reyes (Magos, aclaro, no vayamos a liarla).
Ostrata: Cosas veredes, y más que verás.
César: Ya se ocupa ella de corregirnos.
Folken: Igual para acabar con tanta necedad sea necesario recurrir a la justicia, aunque tal y cómo está no creo que sea buena idea. El ministro saldría con una coplilla-
Hugo: No sea vago. Cualquier esfuerzo es bueno para mantener las neuronas, aunque a veces resulte irritante.
En fin, anoche oí unas declaracaciones de la susodicha acusando a la RAE de machista. No tardará mucho en presentar una proposición de ley para disolver esas instituciones que atentan contra su ministerio. Es ignorante, recalcitrante, contumaz y obstinada en el error.
Y todo lo último que has dicho se resume en una palabra: es una ministra gilipollas.
Pero gilipollas, gilipollas. De solemnidad.
¡Dios, cómo odio la puta ultracorrección lingüística!
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