martes, agosto 17, 2010

Pepiño

Menos mal que a Pepiño le han recortado el presupuesto de Fomento. Menos mal, porque si tuviera los recursos íntegros, el tráfico por las carreteras nacionales se parecería al de los años 60, cuando los españolitos accedieron al seiscientos y se lanzaban como locos por aquellos caminos intransitables denominados carreteras nacionales.

Aquellas carreteras nacionales, hoy flamantes autovías, cuando no onerosas autopistas de peaje, solían ser objeto de reparaciones justo durante los meses de julio o agosto. A lo mejor dichas obras tenían lugar todo el año, pero el entonces súbdito sólo las veía en estío, cuando se iba de veraneo.

- ¿Ves, Mariano? El ministerio de Obras Públicas está arreglando la carretera. Es que no sabes más que quejarte.

Y así, con tráfico lento o directamente parado, se pasaban las horas hasta llegar al pueblo o, los más pudientes, a las playas de Benidorm, Torremolinos o Guardamar del Segura.

Los dos carriles, se veían reducidos a uno por obras de reparcheo, rebacheo o recuperar el asfalto perdido por mor de la naturaleza invasora. Un propio daba paso ora a estos, ora a aquellos. Y parecía que siempre le caían mejor aquellos, porque los parones siempre parecían más largos a nosotros.

Se atravesaban pueblos y ciudades y, en algunas de ellas, casi se buscaba un lugar donde pernoctar, de lo que se tardaba. El pueblo de Torres Torres en Castellón era inolvidable. Había un embudo molecular –accesible sólo a moléculas- al lado de la iglesia y en alguna ocasión –teniendo en cuenta que sólo tenía capacidad para un vehículo- se quedaba atascado un camión. Hablo de la carretera nacional 231, hoy A-23.

La AP-7, por ejemplo, moría abruptamente en Puzol y cuando llegabas a Valencia conocías el semáforo de Europa, así denominado porque uno podía salir desde Helsinki con destino a Jávea y el primer semáforo con el que se encontraba era precisamente ése.

La autopista, de peaje, hoy llamada del Mediterráneo, volvía a desaparecer entre Xeresa y Ondara. O lo que es lo mismo, justo antes de Gandía y hasta Denia. Eso obligaba a la dichosa travesía de localidades tan poco concurridas en verano como la citada Gandía u Oliva. Por cierto, la AP-7 terminaba en Alicante y de ahí a Murcia, carretera nacional de doble sentido.

A lo que iba, que ya está bien de digresión. A Pepiño le han recortado el presupuesto y parece que lo que le ha quedado me ha caído de lleno. Hace unos días viajamos por la A-1 para ir al pueblo de mi padre. Era un rodeo, pero así nos evitábamos unos 100 km. de carreteras secundarias dejadas de la mano de la Junta de Castilla-León y sus innumerables diputaciones.

Pero Pepiño nos aguardaba con obras entre Aranda de Duero y Burgos. Aquí levanto un trozo de autovía; aquí cambio los guardarrailes; un poco más allá mando pintar; acullá se me ocurre de retocar el arcén … Total, que cada pocos kilómetros los que subían y los que bajaban tenían que compartir vía.

Una vez dejamos Burgos, la cosa empezó a entonarse en la A-231 y llegamos a destino sin más problema.

De regreso pensamos que mejor optábamos por otro camino alternativo a la A-1, de modo que volvimos a optar por dar un rodeo de unos 65 km. para no dejar de transitar por autovía. Maniáticos que somos.

Así que retomamos la A-231 hasta León para allí enlazar con la A-66 en Benavente. Pues si la A-231 se había portado como una campeona a la idea, en el nuevo itinerario decidió que nos íbamos a enterar. Nos íbamos a enterar de que se están realizando las obras del tren de alta velocidad ¡Palencia-León!

De modo que la autovía, de nuevo, se convirtió en carretera de dos sentidos cada vez que nos cruzábamos con un puente ferroviario. Y aseguro que son muchos. No sé si son necesarios, ya que teóricamente la vía del tren y la autovía van al mismo sitio y, por tanto, podrían ir paralelas. O de nuevo nos ha tocado el ingeniero becario o una constructora se está poniendo las botas. Eso al margen de si es necesario un tren de alta velocidad entre Palencia y León y no sería más adecuado un servicio regional decente, con buenos trenes, frecuencias adecuadas y rapidez.

En fin, una vez en León accedimos a la A-66 y en Benavente a la A-6 hasta Madrid. Pero la cosa no mejoró. No mejoró en absoluto. De nuevo tropezamos con obras y más obras: ampliaciones de carriles –no acabo de comprender porque cuando se amplía la plataforma te quitan un carril-, nuevas variantes, reparaciones … incluso en la AP-6, es decir, en el tramo de peaje, transitamos unos 20 km. por un solo carril, 20 km. que, por supuesto, no fueron descontados de la tarifa. Aunque en menor medida, las obras tampoco nos abandonaron en la A-3, pero fueron más llevaderas.

En resumen. Hicimos unos 1.400 km por autovía y calculo que en más de 400 tropezamos con obras. Menos mal que le han recortado el presupuesto.

7 comentarios:

Fer dijo...

Es cierto que las obras son un coñazo (a mí me ha tocado hace poco sufrirlas en la A-66 y en la A-5), pero son gloria bendita comparadas con las nacionales de antaño: te lo dice un extremeño, que hasta hace quince años no tenía autovía alguna en su región.
Eso sí, y hablando de regiones, tiene tela lo de la Junta de Castilla y León. Como bien dices, la maraña de diputaciones y municipios microscópicos (Salamanca tiene 362 municipios y una media de menos de mil habitantes por cada uno de ellos) convierte su red de carreteras propias en una auténtica pesadilla... como tantas otras cosas gestionadas por la Junta cylesa.
Y de los trenes poco te voy a decir. Bueno, sí: que estoy harto de tanto AVE y tanta hostia.

Alicia Liddell dijo...

Dilecto Fer, aún recuerdo en 1986 un viaje a su tierra, más concretamente a Jerte y numerosas excursiones desde allí. Malita me ponía cuando circulábamos por una carretera del siglo pasado y a nuestra mismísima vera transcurría, preciosa ella, una autovía sin estrenar. No vea la rabia que da.

Folks dijo...

Vénganse 'pa' Kampuchea, vénganse. Verán lo son carreteras de las buenas. La única carretera buena (sin muchos baches y relativamente ancha) la pagaron los chinos, va de ninguna parte a ningún sitio y la hicieron a cambio de deforestar ad eternum ese lugar perdido (Y poder transportar todo lo que allí crecía y algo más por esas carreteras)

Los AVE en España no se hacen siguiendo criterios de eficiencia ni económica ni social, sino política. Así nos dejamos miles de millones en algo que no amortizaremos ya no económicamente, sino de ninguna manera jamás de los jamases.

Fer dijo...

Aún más dilecta Alicia, no recuerdo que Extremadura tuviese autovía (y menos aún sin estrenar) allá por 1986 en pleno valle del Jerte. De hecho, ni siquiera existe hoy y hasta se ha pospuesto la mejora de la N-110.
Ahora, que lo mismo te estarías refiriendo a la conversión en autovía de la antigua N-V (hoy A-5, antigua Autovía de Extremadura y, ahora no sé por qué, Autovía del Suroeste... que tiene cojones). Pero vamos, que dicha N-V no evolucionó totalmente hacia el autoviazgo hasta que en 1995 no se acabaron las obras de los túneles de Miravete.

Alicia Liddell dijo...

1986, en que estaría yo pensando. Son cosas de la edad. La fecha correcta fue 2006, sólo 20 añitos más tarde, que ya da tiempo a hacer autovías.
Mi primer viaje a aquellas tierras data de finales de los 70. Que le cuenten sus padres el estado de las carreteras en aquellos días. Inenarrable.

Fer dijo...

Algo de eso me han contado, sí. Por ejemplo, que los catorce kilómetros de ascenso a Piornal desde la N-110 se hacían por un camino de cabras desperdigado por la ladera de la sierra en una plusmarca antológica: una hora.
En cuanto a las obras de 2006... creo que serían las del enlace de Plasencia con el valle del Ambroz, que fue lo último que quedaba por hacer de la Autovía de la Plata en Extremadura. En Castilla y León aún no han terminado, pero se entiende dadas las durísimas condiciones orográficas y abruptos terrenos que se extienden entre Zamora y Benavente.

Alicia Liddell dijo...

En el 2006 nos adentramos en las procelosas curvas del Piornal. Si el puerto ya estaba practicable para esas fechas, supongo que en la década de los 70 se pasaría en asno o mula.
En cuanto a la autovía de La Plata, seguramente están esperando a construirla a que acaben las obras del AVE, que sin duda alguien está proyectando.