Hace unos años cuando uno se iba de vacaciones el comentario –objeto de chascarrillo de humoristas- era “merecido descanso”. El humorista añadía “refrescante chapuzón”. Eran dos términos indisolublemente unidos, más que un matrimonio católico.
Este año, sin embargo, la frase vacacional es otra: desconexión.
- ¿Dónde has estado de vacaciones?
- Nos hemos quedado en casa (cosa de la crisis)
- Bueno, al menos habrás desconectado.
-¿Qué tal las vacaciones?
- Pues en casa de mis suegros, pero al menos hemos desconectado
Como si fuéramos –igual lo somos- robots a pilas. Desconectamos. Nos desenchufan, nos desenchufamos. Nos quedamos inertes, inactivos, en stand by.
6 comentarios:
Es que nos han quemado hasta las neuronas del disfrute.
En fin, pese a que tú también hayas desconectado -espero que sólo momentáneamente-, acabo de hacerte entrega de un premio en mi blog. Puedes pasarte cuando más rabia te dé a recogerlo, las puertas están abiertas.
Pues yo he desempolvado la tienda de campaña, a mis años y he podido invertir en cerveza lo que me he ahorrado en aviones y hoteles y demás fruslerías superfluas. Bueno... empieza la realidad nuevamente. Saludos.
Vale pero... ¿desconectaste o no? jejeje.
Un abrazo.
Pues sí que has desconectado, Alicia, te lo has tomado bien en serio.
Espero que no pase nada grave.
Un saludo.
No me he ido, sólo tengo más trabajo que el habitual.
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