lunes, septiembre 29, 2008

Paul, siento el retraso

Desde que se hizo pública la enfermedad terminal de Paul Newman, cavilé escribir una nota sobre este extraordinario hombre. Extraordinario por lo normal que era en un mundo de superestrellas. Pero por unas cosas y otras la nota se fue retrasando, retrasando ... Hasta que Paul Newman, con la misma elegancia con la que vivió, se despidió de este perro mundo.

A estas alturas, qué decir. ¿Que era el hombre más guapo del mundo? ¿Qué tenía la mirada más transparente y turbadora que recuerdo? ¿Qué tenía una sonrisa pícara irresistible? ¿Que era un actor irrepetible? ¿Que ha sido uno de los actores que con más dignidad y solvencia han envejecido?

Pues sí, todo eso, por lo menos. Y especialmente esas maravillosas películas que nos ha dejado. Este fin de semana las televisiones empezaron a desempolvar actuaciones memorables. Ahí estaba, otoñal, en “Twilight” compartiendo pantalla con otros dos magníficos actores: Susan Sarandon y Gene Hackman. En otra cadena reponían “El golpe”, probablemente la peli en la que más seductor aparece. ¡Que bien le quedaba el esmoquin con pajarita!.

En otra rescataban “Ni un pelo de tonto”, en la que da un repaso de interpretación –cosa nada difícil, por otra parte- a Bruce Willis. Porque claro, por muy Bruce Willis, Kevin Costner, Tom Hanks, Dermot Mulroney que seas, si te ponen a lado al viejo, ten por seguro que se lleva a la chica, o al público, o al crítico. Porque al lado del Newman crepuscular, todos palidecen.

A nadie le extraña que Melanie Griffith, Linda Fiorentino o Robin Wright prefieran al viejo de la mirada transparente a esos galanes del tres al cuarto.

Entre las películas protagonizadas por Paul Newman hay una a la que tengo especial cariño. Es “Cortina rasgada”, sobre todo la escena del asesinato en la cocina de la granja. El asesinato más sucio, torpe y complicado que se ha filmado nunca, una secuencia angustiosa, donde el espectador está deseando que la víctima muera de una puñetera vez. Ufff, qué interpretación.

Me quedan dos consuelos: que sus películas siempre estarán ahí y que tengo un ahijado que es clavadito.

4 comentarios:

Falingo escribe dijo...

Mi madre me hizo ver "El Golpe" dos millones de veces... pero no me cansaba
Creo que como homenaje hoy volveré a ver "Camino a la perdición"

Saludos

pcbcarp dijo...

Estimada Sra. Liddell, sabía que Vd. no iba a fallarnos. La frase que yo prefiero: "¡He vuelto!"

Fer dijo...

Yo también vi Camino a la perdición, una de mis películas favoritas.
Odio la programación de Antena 3 cuando se pone en "modo hiena", pero el gran Paul se lo merecía.

Alicia Liddell dijo...

¡Hay que ver lo mala que es la envidia! Por un casual cayó en mis manos El Mundo (era el único periódico disponible en el avión) y publicaba una columna del excelso y perseguido plumilla Jiménez Losantos dedicada a Newman.
Según ese aguerrido gladiador de las ondas, Paul era feo, mal actor y mala persona. Vamos, que no se explica tanto panegírico.
Anda que no debe estar amargado.