Mi marido ha tenido un ataque de ecologismo, así que ha adquirido un cubo de basura de esos con muchos compartimentos para seleccionar los desechos. Primero nos hemos tenido que poner de acuerdo a qué dedicamos cada espacio. Menos mal que teníamos un folleto que muy amablemente nos ha hecho llegar el ayuntamiento para orientarnos como discriminar las basuras.
Como los folletos se debieron agotar pronto, los servicios municipales hicieron gala de diligencia y nos distribuyó unas fotocopias muy cucas, pero en blanco y negro, así que lo de la discriminación por color se ha visto un poco complicada.
Pero somos una familia de recursos, de modo que nosotros solitos decidimos, siguiendo los consejos de la fotocopia, dedicar un cubículo a los envases: plástico, bricks y latas (vidrio no); otro a papel y cartón y el tercero a desechos orgánicos, lo que toda la vida se ha conocido como basura.
Parece fácil, ¿verdad?, pues no lo es. A ver, las colillas ¿hay que separar el papel del tabaco? Los kleenex … ¿si se han usado para sonarse la nariz son orgánico o van a papel? … Después de las comidas la cocina se convierte en el escenario de un sainete donde no faltan bromas y puyas.
Yo le digo que menuda sandez lo de discriminar las basuras, porque yo puedo dejarlas todas ellas perfectamente seleccionadas, pero cuando viene el camión va todo al mismo saco.
Como mi ayuntamiento está muy concienciado con el asunto y además tiene un presupuesto muy reducido, no ha sido capaz de poner contenedores de vidrio y papel. Eso sí, tenemos un ecoparc a unos 8 km. No es plan de ir todos los días con un par de bolsas de basura a medias de envases y papel y, eventualmente, de vidrio.
Así que desde que ha llegado a mi hogar ese hito de modernidad y respeto al medioambiente, mi marido –ese santo- sale de casa con dos bolsas en el maletero del coche y las deposita en sendos contenedores que tiene localizados cerca de su trabajo. Tengo ganas de verle un día por un agujerito, perfectamente trajeado y dando clases de civismo.
Y todo esto, mientras que Obama decide que lo de reducir emisiones, mejor para otro momento.
1 comentario:
Bueno, lo del papel es algo muy particular: por ejemplo, una caja de cartón normal y corriente va al contenedor azul, pero esa caja de cartón debe ir al de desechos orgánicos (basura pura) si en su tapa contiene el nombre de Telepizza o similares. Y una servilleta de papel, en sí misma, también va al azul, salvo que haya cumplido su objetivo y esté manchada con una gotita de café (por ejemplo), que entonces va a la basura.
Es un jaleo, sí, pero al menos nos esforzamos un poquito... siempre y cuando las instituciones pongan de su parte, claro, y nuestros afables dirigentes no contaminen la atmósfera con los ecológicos Ferraris, ¿no?
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