martes, septiembre 06, 2005

Susto


Nos pegamos mutuamente unos sustos morrocotudos. Anoche, sin ir más lejos.

Subí al despacho, ya de noche. Encendí la luz. Le ví en el suelo, a escasos centímetros del pié. Él salió corriendo. Le reñí, claro:

- Hombre, tu sitio son los techos y las paredes. No corretees por el suelo que si te piso mira que disgusto nos llevamos los dos.

Entendió el mensaje porque el dragón enseguida se encaramó a la pared, el pobre, para ponerse a salvo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Ya le has puesto nombre?
A mí me gusta Lucas o Boo. Lucas para dragón, Boo para dragona.

Alicia Liddell dijo...

Ejem, es que mi padre se llama Lucas. Igual se lo toma a mal.

Anónimo dijo...

Ays... jijijijijiji