Cuando llega un Grand Slam las sorpresas se suceden. Es habitual ver caer en las primeras rondas a los favoritos a manos de ilustres desconocidos, tenistas en decadencia o jóvenes imberbes.
El US Open no iba a ser una excepción. El mayor disgusto para la afición lo ha protagonizado Sharapova –también con disgusto para Nike, ya que el pastón que se ha gastado en la promoción y el nuevo equipamiento no va a tener el redimiento que esperaba- que ha caído a manos de una polaca. La todavía campeona no ha alcanzado la segunda semana de torneo, lo que puede calificarse de fracaso.
Henin y las Williams parecen en buena forma, aunque las hermanas comenten excesivos errores y se precipitan con frecuencia. Eso sí, gozan del favor del público.
En el cuadro masculino muchas sorpresas, como la del gigantón Isner, que ha logrado arrancarle un set a Federer. De americanos ya sólo restan Roddick y Blake. Curiosamente, entre los 16 mejores hay dos americanos y dos ¡suizos!. Además del imbatible, Wawrinka, un jugador bastante correoso.
Pero para sorpresa, que en octavos se haya colado un coreano que se ha llevado por delante a la gran esperanza británica, Andy Murray, y a Guillermo Cañas.
Visto lo visto, resulta que el tenis que mejor está representado es el español, con cuatro jugadores entre los 16 mejores. Nadal pasó sin mayores apuros que un apretado primer set; Feliciano, víctima propiciatoria de Federer en la jornada de hoy; un renacido Moyá, que se hizo en cinco sets a un rocoso alemán y David Ferrer que, para mi gusto, fué el héroe de la jornada.
Ganar a Nalbaldian fue cuestión de fé, de piernas y de sobreponerse a las adversidades. Había que ver a Ferrer en el cuarto set, que se veía perdido, morder la camiseta hasta romperla; blasfemar, golpear con la raqueta lo que tenía cerca ... y sin embargo, levantar una bola de partido, ganar el set en la muerte súbita y, finalmente, rematar el partido en el quinto parcial, que fué tan disputado como los anteriores.
Un partido agónico, como fué el disputado entre Novak Djokovic y Stepanek, quienes acabaron abrazados en medio de la pista al borde del colapso.
Quien no pudo pasar a octavos fue Tommy Robredo, que se vió las caras ante un sorprendente letón –otro exotismo más- que está asombrando en las pistas de Flushing Meadows. Como sería el partido que Robredo confesó tras la derrota que se vió desbordado por todos los sitios y que ni se le ocurría dar un consejo a Carlos Moyá, próximo rival del joven de 19 años recién cumplidos. El marcador (6-1. 6-3, 6-2) lo dice todo.
El resto lo componen el ruso Davydenko, los argentinos Chela y Mónaco, el alemán Haas y el checo Berdych. Así que habrá que ir olvidando eso de que los españoles son ratas de tierra batida.
3 comentarios:
Sta. Liddell, esta hecah usted una deportista de "tomo y lomo" (expresión que significa que tomar lomo es lo mejor que se puede hacer siendo deportista)
Alicia, honestamente, admiro su pasión por el tennis. Leo cada uno de sus posts sobre ese deporte, y siempre me digo lo mismo: Vaya, esta Señorita es una fanática de la raqueta!
Disfruto sus comentarios.
Saludos (ahora estamos de veranillo pero se viene la tormenta)
¡Ay, Laura! Mi familia está considerando divorciarse de mí y las ojeras me acusan. No hay día que me vaya a la cama antes de la 1 de la madrugada y encima monopolizo el mando de la televisión.
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