A las seis en punto de la tarde del domingo se producía lo que nadie tenía previsto: Nadal era eliminado de Roland Garros por el sueco Soderling. La derrota de Djokovic el sábado parecía ya sorpresa suficiente para este año en el grand slam de París. Nadal cedía con un 6-2 6-7 6-4 y 7-6.Robin Soderling, en el puesto 25 del ranking, tenía una cuenta pendiente con Nadal. Hay algunos jugadores que hacen de sus partidos contra el español algo personal, y uno de ellos es Soderling. Enfrentarse al mallorquín le debe suponer un subidón de adrenalina.
Nadal le ganó el año pasado un partido agónico en Wimbledon. Un partido que duró, gracias a la lluvia londinense, cinco días.
Soderling, con ocho años de carrera profesional, tiene sólo tres títulos en sus vitrinas y esta temporada su mejor resultado fueron los cuartos de final de Auckland. Un palmarés, desde luego, poco deslumbrante.
Esta era la cuarta vez que se enfrentaban Nadal y Soderling y las tres anteriores concluyeron con victorias del español y el último encuentro fue hace apenas unas semanas en Roma, donde el sueco cayó con un contundente 6-16-0.
¿Qué ha podido pasar en tan poco tiempo para que se produjera este cambio? Porque hasta el domingo, Nadal ha jugado un tenis contundente, sin concesiones al marcador y con paso firme. Soderling casi dobló los puntos ganadores. Su derecha fue un tormento para Nadal todo el partido, que pocas veces pudo jugarle al revés.
La derecha del sueco recuerda mucho a la de Fernando González, un golpe seco, rapidísimo que acaba levantando la cal de las líneas. Nadal no supo ponerle freno y que provocó que el tetracampeón cediera su servicio 5 veces.
Rafa, tras el partido, no buscó excusas, pero se mostró dispuesto a recuperarse inmediatamente de lo que calificó “un pinchazo”, que no jugó a su mejor nivel. El día que temía ha llegado y, con su habitual sensatez, aceptó que la derrota tenía que ocurrir alguna vez.
Eso sí, se sintió dolido con el comportamiento del público de Roland Garros, del que dijo “nunca ha tenido un detalle conmigo. Espero que algún día tenga ese detalle”. Y no le falta razón, porque la Philippe Chartier parecía estar ocupada en su totalidad por suecos, como si fuera un partido de la Davis jugado en Estocolmo y nunca, desde 2005 le ha sido fácil reconocer la superioridad incontestable de Rafa en ese torneo.
Novak Djokovic, habitual en los últimos años a jugar las semifinales de Roland Garros contra Nadal, abandona París mucho antes de lo previsto. Nole perdió su partido contra el alemán Philipp Kohlschreiber en sólo tres mangas por un triple 6-4.

