martes, octubre 10, 2006

Paseo nemoroso

Estoy en Madrid por, para no variar, motivos de trabajo. Algunos alabados sean. Para empezar el hotel en el que me alojo está en lo que se ha dado en llamar el "Madrid literario", estoy a una calle de la Carrera de San Jerónimo y a dos de la del Prado. Así que me fuí a mirar por las librerías de viejo. He aquí lo que encontré.


"El pie de oro" en la calle Cervantes. ¡Era manco, no cojo!

La calle está siendo remodelada y las casas también. Me temo que serán apartamentos de luxe.

Uno de los motivos del viaje era visitar la exposición "On Site" sobre arquitectura en España y que se estrenó la pasada primavera en el MOMA. Un acierto utilizar el Pabellón Villanueva del Botánico. Es increíble, pero en todos los años que viví en Madrid nunca puse los pies en esa maravilla (en mi descargo aducir que durante varios años el Botánico estuvo cerrado)

La exposición es magnífica, así como el catálogo. No así su precio: 43 euros de vellón.

A la salida tuve tiempo de pasear entre los bancales de ese parque increíble, en medio del tráfico más feroz, con sus cuadrantes plantados y en cada planta la etiqueta que la identifica.

Rincón del Botánico

Había poca gente, incomparablemente menos que en el vecino Retiro. La entrada cuesta 2 euros, lo que debe ser disuasorio.

Entre los caminos, los árboles añosos de hojas amarillentas, los parterres de forma neoclásica, algún estanque y estatuas. Un perfecto jardín melancólico en el que parecía que la siguiente glorieta fuera a aparecer el Marqués de Bradomín.

Estatua en honor al fundador del Botánico, Carlos III


Busto en honor a Linneo

Estatua a Lagasca

Estatua a Rojas Clemente


Y para terminar esta explosión otoñal de color.

6 comentarios:

anilibis dijo...

¡Alicia! Tú por Madrid. ¿Nos habremos cruzado en alguna esquina? Seguro que te habría notado...

Mañana me voy de "puente" a casa de mi madre. Una lástima, te habría propuesto castizear un poquito.

Feliz estancia.

Alicia Liddell dijo...

Pues sí, por aquí ando todavía, hasta las seis de la tarde y currando. Me da la impresión de que trabajo más aquí, en la delegación, que en mi despacho.

No se preocupe Srta. Analibis, mis viajes a Madrid son frecuentes, aunque suelen ser más cortos que el actual. Ya sabe, 7 horas de tren para 3 horas en la ciudad.

Ya callejearemos. Por cierto, esta mañana hice una foto un tanto triste: los bomberos derribando la marquesina de los cines Bogart. Espero colgarla esta noche o mañana.

zinnia dijo...

Me ha encantado la crónica y las fotos.

Estabas a mi verita. Te hubiera invitado a una cerveza en La Dolores. Mira que no decirme nada...

Alicia Liddell dijo...

Pues estuve tentada, Zinn, pero el poco tiempo libre que tuve (la cena) se lo reservé a la familia, que ya sabes que está achuchá.

pies diminutos dijo...

Benditos esos trabajos que permiten viajar a Madrid y pasearse por exposiciones y jardínes!! :-) Un saludo!

María dijo...

Pero bueno que se me cortó el comentario, bueno haber me parece que tienes un trabajo estupendo que te permite darte esos baños de relax e introducirte en esos maravillosos paseos, tan verdes y frondosos. Me parece estupendo, disfrutaló. Chao.