Quizás echen de menos ciertos nombres en esta serie de filias. Considero innecesario incluirlos, porque hay bitácoras que los abordan infinitamente mejor de lo que yo lo haría. Es el caso, por ejemplo, de Philip Roth, que tiene en Portnoy un excelente exegeta, como también lo es de Roberto Bolaño.
Como tampoco comentaré de Fante a quien afortunadamente han sacado del olvido en los últimos tiempos. A pesar de ser una lectora precoz de Bukowski, hasta hace unos cuatro años no tuve conocimiento de su obra y desde entonces he ido espigándola.
Vonnegut ya dije que me apasionaba, pero no me atrevo a comentar nada sin releerlo antes. Alvy Singer informa de la aparición de un nuevo libro suyo. Aprovecharé para darle un repaso.
Tengo encima de la mesa dos libros de Heinrich Böll, un autor que me gusta mucho, pero que hace más de 20 años no he retomado. Sus “Opiniones de un payaso” y “Billar a las 9:30” me parecieron novelas maravillosas.
Siguiendo con ganadores del Nobel, también tengo en alta estima a Coetzee, de quien me enorgullezco haber leído antes de que le concedieran el galardón, gracias a un apreciado amigo que me descubrió su obra. Mi favorita es “La edad de hierro” y también me gusta mucho “Foe”, aunque me decepcionó “En medio de ninguna parte” y eso que creo que es una buena novela, pero resulta tan farragosa que fue un ejercicio de voluntad concluirla.
Y si hablo de no-ganadores-del-Nobel debo destacar entre uno de mis ídolos a Graham Green. Me cuesta encontrar algo tan desolador como “El poder y la gloria” ni nada tan conmovedor como “Nuestro hombre en La Habana”.
Sus personajes, siempre destinados al fracaso, se mueven con una ética particular. Me asombra, por ejemplo, “El americano impasible”, dónde las presuntas buenas intenciones, inspiradas en elevados ideales conducen a la destrucción. Pero son sus personajes oscuros, degradados –esos alcohólicos, los adictos al opio o a cualquier baja pasión- los que realmente son héroes.
No comenté, en su día, que su sucesor, me parecía muy digno. Como comprenderán, hablo de LeCarré.
Tampoco he abordado a Tom Sharpe, con el que he pasado unos ratos estupendos, tanto con Wilt como con algunos de sus bastardos recalcitrantes.
Los británicos me gustan, especialmente los que explotan la vena irónica. Aquí debo destacar al maestro: Evelyn Waugh, que todavía me arranca carcajadas con su “Merienda de negros” o la “Noticia bomba”.
He hablado alguna vez de Ian McEwan, así que no voy a repetirme, porque también es uno de los autores que más en boga está y que más comentarios recibe.
Volviendo al continente, rescato a Italo Calvino, un auténtico maestro. Para los incondicionales de Baricco –un autor que estimo a pesar de su reverencia al esteticismo- les diré que antes, siempre antes, estuvo el universo único de Calvino, sus ciudades invisibles, sus amores difíciles y su barones rampantes. Y siguiendo con los italianos, el impagable Leonardo Sciascia, si bien el tiempo se hace notar sobre su obra.
Sobre Lobo Antunes sólo he dejado algunos comentarios en bitácoras ajenas. Es un autor que me desconcierta, pero me seduce. No es una lectura fácil, como tampoco lo es la de -permítanme un salto atlántico- Cormac McCarthy
Tampoco me he enredado con mis favoritos nacionales: Baroja, Valle, Martín-Gaite o Mendoza.
He escrito muy brevemente sobre Murakami, Chabon, Enzensberger, Pasqal Quignard, ... Acabo descubriendo que no he leído tanto como creía ni como quería, sin embargo sigo encontrando autores que me agradan y me pregunto como he podido no haberlo hecho antes. Gracias a la sugerencia de algunos lectores he realizado algún comentario sobre Jonathan Franzen y me enorgullezco de mostrar a algún ilustre desconocido como Tristán Egolf, o he coincidido en lecturas tan perturbadoras como la de Lem.
Les he aseteado con mis preferencias de literatura menor, es decir, novela negra y espionaje, con referencias a suecos impronunciables, la terrible madre de Ripley o las damas británicas. No me he avergonzado de que Crichton me haga gracia y piense que su literatura plana no esconda temas profundos.
Repaso el texto una y otra vez. Añado autores que no he incluído y veo que es una tarea inútil, porque uno lleva a otro ... y a otro. Cerezas, de nuevo cerezas.
Pero para aquellos que argumentaban que me centraba en mis fobias, pues va a ser que he hablado mucho de filias, aunque aparezcan más desgranadas aquí y allá sin seriar.
24 comentarios:
Coincido plenamente con sus filias nacionales (Martín-Gaite, pelín menos, y la culpa es indudablemente mía), y en el extranjero, con H. Böll, E. Waugh (cómo me sorprendió su "Noticia bomba", tras tragarme en inglés, Longman's besides me, a la tierna edad de 19 añitos, Brideshead Revisited, oh, what a strange, beautiful fellow, Jeremy Irons on TV), y por supuesto Graham, siempre Graham Greene... Y qué decir de Calvino y su cohorte de aristócratas insólitos.
Una curiosidad: el librito "Las aves del paraíso también son falsas", de Wolfgang Hildesheimer (Tusquets). O del arte de la mixtificación antes de las bromas posmodernas y semióticas... (creo q el original es de 1975).
En español, un libro sublime y tronchante que presté a un amigo y, mardito roedó, no me ha devuelto, así q con mi mala cabeza cito de memoria: justamente... Memorias de un licántropo o algo así, tb de los 70. Cuando recuerde el dato (qué cabeza) lo digo, quizá uds. sepan a cuál me refiero (Alice, please...).
Y pordiosbendito, AMO A EDUARDO MENDOZA y creo que de todas sus novelas "Una comedia ligera", de 1996, se lleva la palma, junto con la primera, claro. Aunque más la "Comedia"...
Me agradan especialmente los escritores que un madrileño (¿existen los madrileños?) llamarían de la periferia: gallegos como Álvaro Cunqueiro, incluso Fernández Flores, no lo puedo evitar, a pesar de su régimen... como Torrente Ballester, que mira que se puso estupendo-insoportable en su Compostela y su ángel, entre otras... Y de los catalanes, el genial Pere Calders, traducido por sí mismo al castellano en Seix Barral, favor que me hizo...
Seguro que alguien me escupirá, pero de Francisco García Pavón, manchego él, los "cuentos-novelas-cuentos-ein??" Los liberales son puro realismo mágico avant le boom, y los recomiendo vivamente (Plinio y su veterinario-Don Lotario-Watson aparte, eh: nada que ver... o sí, quién sabe), en Alianza Editorial. Verán qué gozada.
Y virando a lo isleño, léanse Mararía de Arozarena (olviden la peli, please).
Vaya, yo dando consejos, voy a tomarme la temperatura.
Tú sí que sabes.
Oh! Cuántos buenos nombres, Alicia! Böll también me encanta, "Opiniones de un payaso" es fantástico, y el libro de las ciudades de Calvino es un pasada, también me encanta Lobo Antunes... hay otros que aún no he tenido el placer de leer, pero tiempo al tiempo. Un saludo!
Coincido plenamente contigo en Coetzee, Lobo Antunes, y especialmente en Calvino. Lo de Boll, para mi es una asignatura pendiente ya que únicamente leí El Honor perdido de Catherine Bloom (o algo así) y no me gustó nada. Buscaré Opiniones de un payaso y ya te contaré
Anónima Paula: es usted como una tormenta veraniega. Todo lo revuelve y lo refresca. No cambie.
Farruco Jones: Su alias me trae a la memoria a aquellos polis de Chester Himes.
He dado un vistazo a su blog. Me parece extremadamente interesante ... e inquietante.
No acabo de tener claro "quien sabe", si la tumultuosa Paula o yo, pero en cuanlquier caso, me doy por aludida.
Pies: Acabe con esa novela del siglo XIX que todavía no ha elegido. A quien se le ocurre pedir opinión.
Beren: Opiniones es una extradordinaria novela, aunque como digo en la entrada, hace más de 20 años que lo leí y no me atrevo ahora a hacer una valoración. Ya sabe que creo que el tiempo cambia la perspectiva y cada libro tiene su momento.
Con esta entrada, mi lista de "haber" se ha multiplicado por dos. Gracias, señorita Alicia :-)
[A pesar de mis ausencias y retrasos, sigo por aquí]
Alicia,
Ahora que ha decidido dar por finalizadas sus entregas "De filias" , permítame decirle que la admiro por haber dedicado tiempo a listar sus filias.
De sus entregas puedo decirle que he coincidido con muchas, y que me ha presentado muchos autores que debo admitir, jamás había escuchado de ellos. Me animaré con algunos, porque tengo confianza en su buen juicio.
Saludos!
Srta. Sfer: sabe que la leo a diario, aunque algunos temas me vienen grandes (bueno, reconozco que casi todos los temas me vienen grandes, aunqueno puedo dejar de comentar si por un casual tengo la más superficial idea)
Laura: Las filias seguirán, pero no de forma sistemática. Iré incluyendo comentarios cuando encuentre algo que me sorprenda, lo que no resulta raro, por otra parte.
Y de los autores de los que no ha oído hablar nunca, será un placer darle noticia más amplia.
Haces bien en darte por aludida/aludada. El alud iba por ti. Por tu buen gusto.
¡"Nuestro hombre en La Habana" es una de mis novelas favoritas de Greene! Y aún no he leído el factor humano.
Que paseo más desbarajustadamente placentero por sus filias, oiga. Gracias.
McEwan me persigue. Pensaba que me había librado de él en la universidad y me lo encuentro dos veces hoy en la red. La primera como lectura obligatoria del mes en el club literario al que pertenezco y la segunda en tese blog que sigo con entusiasmo. Está claro que entre todos os habeis propuesto que vuelva a leer a este hombre...
Recibo complacida el alud, Farruco.
Alvy: es que soy caótica. No puedo evitarlo. Tendría que ver mi mesa de trabajo. Sin embargo, no pierdo un sólo papel.
Fíjese si soy caótica que me he olvidado de mencionar (por esto me castigo hoy sin comer y no hay indulgencia que valga) a David Lodge, a quien tengo en un altar.
¿Y qué tiene McEwan para provocar ese repudio, Mireias? Leí hace muchos años "El inocente" y me dejó prendada. Reconozco que guardé en la memoria el título de la novela, pero no así la del autor, así que durante algún tiempo lo tuve olvidado. Luego descubrí -cuando empecé a seguirlo de forma consciente- otras novelas suyas que había leído con anterioridad, como "Jardín de cemento", del que tengo dos ejemplares ... para que vea mi despiste.
Böll y Graham Greene son dos de mis autores preferidos desde hace muchos años. Dos autores a los que me gustaría muchísimo que se leyera más. Me alegra mucho que los valores tanto como yo.
Ante tal derroche de sapiencia uno no sabe muy bien qué decir, y como no voy a aportar nada, pues me limito a saludar. ¿Alguien ha leido "Las historias naturales", de Juan Perucho?
Exegeta de Roth, Bolaño y Faulkner... sobre todo del último. ;-)
No coincido contigo en muchas de tus filias (curiosamente y contra lo que pueda parecer sí en las de Le carré y Crichton) pero así es la vida ¿no?
Un saludo
Alice, bonita manera de llamarme desordenada :) Y no me dé tormento, oiga, no me dé tormento con lo de la tromba revoltosa, con la que está cayendo aquí por mis islas, que hasta tengo goteras en el dormitorio, o tempora, o mores, que diría el pirata de Uderzo y Gosciny, y me veo retrotraída a mi infancia debajo de un puente!!!
Otrosí: leí tb curiosa a Farruco Jones. Un saludo, amante de la jodienda (beg your pardon, Alice)y del verso corto... (¿por qué tan largos los poemas y tan cortos los versos...?).
Pcbcarp: de Perucho he leído un bestiario o algo así... espere: "Bestiario fantástico", con ilustraciones de un tipo inglés (me pierden ese tipo de libros, sorry, y me recuerdan las interminables glosas-novelas de Cunqueiro, majadera estoy).
Alicia... ¿Usted cree en la máxima "Todos los libros tienen su momento"? Creo que no leí a McEwan en el mejor de los momentos posibles. Tal vez ahora que la situación es otra logre entender el entusiasmo que sus obras producen en las personas que conozco :)
Portnoy, si estuviéramos de acuerdo en todo esto sería un aburrimiento. Prefiero un debate apasionado.
Mireias, he repetido varias veces eso de que los libros tienen su momento, pero también sus lectores. No se preocupe si no le gusta McEwan. No es delito.
Pcb: De sapiencia nada. Ojalá tuviera la centésima parte de conocimiento de algunos habituales, o más perspicacia, o más pasión que Alvy Singer o Piececitos a los que envidio (odio) cordialmente, ya que su juventud (acaban de dejar el pelargón -y ellos se preguntarán que es eso-) no va en detrimento de su enorme bagaje cultural.
En cualquier caso recibo su cumplido, una es vanidosa.
Sus manifiestas lumbreras de mujer leida alumbran a este pagano de la obscuridad. Pero este aserto a todas luces peloteril que antecede. No evita que se tambaleen mis nada recomendables filias, de las cuales comparto afinidad con usted en las referidas a Italo Calvino, a pesar de mi evidente, y creo que, discreta, melenita que me parasola.
¿Y el pope don Kafka, no le abduce, milaidi?
¿Y que me dice del Evangelio segun San Cervantes y sus apostoles don Quijote, maese Sancho y demas extras parabolianoss?
Permitame un instante de petulancia centrifuga a colacion de lo expuesto por la anonimada doña Paula; y es que el Tritacora no puede sustraerse a manifestar ser gran amigo del inclito don Rafael Arozarena; uno de los muchos preciados legados que le dejara su padre, ya fallecido.
Y si que es cierta la consideracion de Mararia, leala, leanla, si aun no lo han hecho. Y si uno de esos dias arrebolados se descubren con el despertar surrealista y abstracto, no dejen de hincarle la retina a Cerveza grano rojo; muy superior y sustancial a la ya mentada. Y parece que va siendo una deriva consustancial a los genios: y es su empecinamiento en adelantarse a los posibles lectores por muchos largos que suelen medir en lustros.
(Cierto que el cielo parece desplomarse aculla por las Macaronesicas, pero por mas que insisto en chupar sus gotas derramnadas a traves de mi ventana, solo me saben a agua y nunca a plomo)
Como ve, Tritácora, me limito a escritores del último siglo. Y sí, admito que me gusta Cervantes, pero no puedo decir lo mismo de Kafka, ni de James Joyce o Proust (supongo que esto me desalojará de la urna en la que con tanta despreocupación me coloca) y seguramente otros muchos que intenté leer en su día y se me hicieron como una ascensión al Everest fumando.
Mea culpa, pero tengo referencia de mis limitaciones.
Pues mire, como usted no me habia referido en su sinopsis de filias varias, ni siquiera cai en la cuenta de que la circunscribiese al ultimo siglo pasante. Caramba con mis yogures de fosforo, tendre que duplicar las dosis prescritas.
Y descuide que continua usted inserta en mi urna de peces con presbicia por leidos. Siento la disencion de mi admirado Kafka; no asi la de Joyce al que culpabilizo de la actual plaga de gimnasios y diversas patologias narcisistas que nos asolan a raiz de su celeberrimo Ulises. De Proust, solo decir que con la loa coñazo de su magdalena, dio pie al caos matabolico que padece el primer mundo (curiosamente coincidente con el del emplazamiento editorial, muy a su pesar de jactarse en que solo les mueve la expansion cultural y nunca la crematistica)y a la expansion de esa mutacion que luego se denomino Mc Donalds.
Asi que deje que me sume a sus meas culpas por aquello que rezara un adagio popular y, a mas datos, español.
A mí de Kafka me pone de los nervios que sus personajes parecen sacados de Viernes 13y no puedo con ellos (ya se sabe: ¡Oh! un horrible asesino psicópata a despiezado a tres de nuestros compañeros ¡separémonos y salgamos inmediatamente a la oscuridad a ver si conseguimos que nos liquide a todos!) en cuanto a Proust y Joyce, de acuerdo con Dª Alicia. Y, si me apuras... no sé yo si me volveré a leer el Quijote en mi vida.
Falta el otro del trío calavera: Robert Musil
Puff. De Musil llevo a medias "Las tribulaciones del joven Törless". Empieza a ser una pugna entre él y yo. Pero creo que ganaré.
Una relación de autores que no tiene desperdicio... Coincidimos en muchos. También yo soy admirador de Fante.
Saludos.
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