sábado, julio 22, 2006

Franzen


Alvy Singer solicita referencias de Franzen. Había escrito ya algo sobre el asunto, pero no sé qué demonios he hecho con ello. Los tópicos misterios de la tecnología, que son muy socorridos.

Abordé Franzen al revés. Empecé por Las Correcciones, seguí con Ciudad Veintisiete y concluí con Movimiento Fuerte, las tres obras editadas en español y, tengo entendido, en cualquier otro idioma, a excepción de un volumen de ensayos.

Ciudad Veintisiete es cronológicamente la primera obra. Saint Louis es la protagonista omnipresente. La historia es extravagante: un grupo de indios (de indios de India) han tejido una conspiración indetectable para hacerse con los resortes del poder en la ciudad.

Las corruptelas urbanísticas, los politiqueos, la ambición y la vanidad están desperdigadas en cada página. Y planeando sobre tanta basura un hombre decente. No es un héroe, es sencillamente un hombre que cree que hay que cumplir las normas y aun cuando su mundo se desmorona, él se mantiene firme.

Ciudad Veintisiete es casi una novela negra.

Movimiento Fuerte retoma el argumento de las pésimas prácticas de las corporaciones industriales. Pero aquí, como en la siguiente obra de Franzen, la familia adquiere un protagonismo decisivo. También estaba presente en Ciudad Veintisiete, pero en menor medida.

La mirada de Franzen sobre la familia es ciertamente escéptica. La que nos presenta es una amalgama de intereses contrapuestos donde cada individuo trata de sacar el máximo provecho. Así tenemos a un casi indigente técnico de radio que ve como su hermana le arrebata cada brizna de dinero que él necesita y que para ella es superfluo. Una madre que no tiene empacho en dejar patente cuál de sus hijos es su preferido y un padre que prefiere estar al margen de todo.

El aborto y los grupos ultraconservadores americanos completan el panorama enmarcado en las prácticas más sibilinas industriales para escamotear la peor contaminación.

Las Correcciones ya es sólo familia. Esa institución a la que pertenecemos, que no hemos elegido, cuyos miembros en muchas ocasiones no tienen nada en común con nosotros, que nos ocasiona problemas, pero que no podemos desprendernos de ella.

En la familia siempre hay un sacrificado que se encarga de cuidar a los padres ancianos; siempre hay un irresponsable que no merece confianza y siempre hay alguien que siente que se ha equivocado terriblemente en su vida.

A pesar de todo, es la jodida familia.

Por cierto, a Franzen no se le manda a la cama con un yogur: sus novelas oscilan entre las 600 y las 750 páginas.

6 comentarios:

Miguel Sanfeliu dijo...

Jonathan Franzen se ha convertido en una especie de gurú. “Las correcciones” lo catapultó a la fama. Por fin la famosa Gran Novela Americana (vaya obsesión).

Ophra Winfrey lo invita a su programa para entrevistarlo. Los libros que recomienda Ophra en su programa multiplican las ventas de un modo vertiginoso.
Y Franzen rehusa el ofrecimiento. Piensa que su libro es demasiado serio como para salir en semejante programa. Se armó un escándalo de tomo y lomo. Y creo que Ophra se despachó a gusto.

Poco más sé sobre él.
Que escribió un ensayo sobre la novela americana que parece interesante y que se encuentra incluido en el libro que editó "Seix Barral", "Cómo estar solo". Un libro que terminaré comprando, supongo.
Y que se dedica también a recomendar (y resucitar) autores olvidados, como ha ocurrido con Paula Fox.

Saludos.

Alexandrós dijo...

Me tienen ustedes turulato. Entre Santos Domínguez, Kafkaprocesado y Vd. mismo; si, Vd srta. Liddell, terminaré por retarles a hacer flexiones para desquitarme. ¿Qué leen? ¿Un libro diario? ¿Dos? ¿Quizás tres?. Además los reseñan estupendamente bien y me incitan a seguirles en su ritmo endiablado. Así me harán catuliano. ¡Son Vds.tremendos!
Antes la admiraba, ahora también la envidio.
A sus pies

Alicia Liddell dijo...

Mi apreciado Alexandros:
Son lecturas de años, no exagere. ¿Cree usted que puedo trasegar una novela de 750 páginas en un día?

Reconozco que tengo un problema con el sueño, especialmente en primavera, cuando no duermo más allá de tres o cuatro horas.

Kafka, no sabia esa reacción de Franzen a la invitación de Ophra. Sería como acudir al programa de Ana Rosa o algo así, ¿no?
Admirable.

Francisco Ortiz dijo...

Me apunto Ciudad veintisiete.

Miguel Sanfeliu dijo...

Alicia, exacto, el programa de Ophra Winfrey sería el equivalente al de Ana Rosa, pero a lo bestia, supongo.
Aunque no creo que Ana Rosa se atreva a recomendar libros en su programa ¿no?

El Miope Muñoz dijo...

ENORMÍSIMAS gracias, y ENORMÍSIMO post. En serio .Leí que Ciudad 27 era una novela pynchoniana y Las Correcciones.... me fascina inevitablemente, y de Franzen ya hay dos libros de ensayos: "Cómo estar sólo" y otro tomo muy breve de memorias. Un autor, a priori, muy muy interesante.

Pero sin embargo en la wikipedia comentan que a su pesar, los críticos (norteamericanos) a sus "Correcciones" la situan por debajo de sus comparsas (Foster Wallace, Eugenides & Co), pero he leído ya "otras" críticas (incluidas de aquí) que lo mencionan como un clásico. Sea como sea, debo tenerla ya. Y empezaré a la inversa como vd.

¡Un saludo!