lunes, agosto 20, 2007

Sola y abandonada

Pues eso, que las vacaciones fenecieron y hoy me encuentro más sola que Simón del Desierto en el despacho. No suenan los teléfonos y sólo de vez en cuando el zumbido del fax. En el correo electrónico sólo basura. La última oferta trata papel y tinta para impresora y hay un montón de ellos que provienen de Lejano Oriente y, por tanto, imposible leerlos.

Algún alma caritativa ha ordenado la mesa. Ha apilado las revistas que estaban condenadas a reciclaje en un coqueto montón. Los tarjeteros y la agenda en otro. Los lápices, bolígrafos y rotuladores en su sitio. Las memorias usb en una caja de madera, los cd's apilados. Me ha fastidiado enormemente, ya que era una de las tareas que tenía previstas para hoy y me ha dejado sin faena (Gracias, desconocido/a).

Es increíble, pero por primera vez en meses tengo la mesa despejada. Así que no me quedará más remedio que emprenderla con el armario y los archivadores.

La cafetería está cerrada hasta septiembre, así que ni siquiera una charla con el enloquecido camarero que en cuanto te descuidas te quita el cortado a medio tomar.

Al menos funcionan las máquinas de café.

Aprovecho para dar un vistazo a los blogs que suelo visitar y me llevo un disgusto. Alex, el habitante antártico, ha decidido darse un descanso indefinido. Se une al del Doctor Strangelove y encima Fer amagó con hacer otro tanto. Afortunadamente su musa le puso firme. Y casi todos los demás de vacaciones, con lo que sólo me queda la escapatoria de leer la prensa ... Vale, tengo que preparar un informe, pero no corre prisa. Tengo en un lápiz óptico toda la información, monísima, en powerpoint.

¡Pero si sólo son las diez y media!!!

3 comentarios:

Fer dijo...

Aguanta, Alicia, porque de todos es sabido que el síndrome post-vacacional es una excusa para seguir vagueando antes de que llegue el jefe.
En cuanto a mi amago... le transmitiré el agradecimiento a Lucía, quien te tiene en alta estima. Y, respecto a mí, sólo diré que el horno serón no estaba para demasiados bollos, y por eso mismo pensé en dejarme ir.
Pero, qué narices, no voy a abandonar a mi criatura cuando tiene menos de cuatro años, ¿eh?

Laura Diaz dijo...

Alicia, no se preocupe si está sola en el trabajo. Recuerde el caos habitual y agradecerá la tranquilidad. Además, es bueno retomar de a poco las actividades. Por lo menos, no se siente como un ventarrón de aire caliente al abrirse las ventanas de una habitación con aire acondicionado. Ya llegará la actividad normal, setiembre se encuentra a once días.

Saludos desde el helado sur

dsdmona dijo...

Ya verás cuando vuelva todo el mundo, entonces desearás haber disfrutado más de tus días de solitaria trabajadora

Besos

Dsdmona