lunes, septiembre 10, 2007

The Best

Bueno, se ha terminado la orgía de quince días de tenis. Sin sorpresas. Henin ganó en féminas -después de eliminar a las Williams- y Federer suma doce. Tampoco fué sorpresa que Djokovic llegara a la final y aunque había quien confiaba en que repitiera el resultado de Montreal, cuando llega un GS Federer no da opción. Ni siquiera parece sudar. Bueno, es que estoy convencida de que ni suda.

Anoche permaneció impasible durante las casi dos horas y media que duró el partido. No se le movió un pelo de las cejas. Alguno de la cabeza, sí. Pero era el viento que soplaba.

Djokovic daba la impresión de que iba a ponerle contra las cuerdas. Pero la serenidad de Federer y la ansiedad de Novak prevalecieron. Djokovic tuvo 9 bolas de ruptura (incluyendo varias para ganar los dos primeros sets) pero sólo transformó 2. Federer tuvo 5 y convirtió 3. 79% de efectividad del suizo frente al 59% del serbio.

Así que fallando en los golpes decisivos, poco se podía hacer.

Djokovic, eso sí, ha dejado claro que es el tercero en discordia. Y tiene sólo 20 años. Además es un tipo salado, de los que se ganan a la grada con sus explosiones y también con su elegancia. No duda en aplaudir los puntos geniales del contrario.

Perdió y salió de la pista sonriente, contento.

Federer, que durante todo el partido parecía oculto tras una máscara de impasibilidad, estalló -moderadamente- en el último punto. Se arrodilló en el suelo y lo golpeó con los puños. Tras saludar al rival se dirigió sonriente a una cámara a la que le dedicó un gesto infantil.

Y la grada, un espectáculo. Robert de Niro, la familia Douglas al completo, Robin Williams, Dustin Hoffman, Sharapova -a quien no parece importarle la parodia que le dedica Novak- en el palco de los Djokovic, Boris Becker y un montón más de celebridades neoyorkinas como Martha Steward o "los amos de la moda", como la redactora jefe de Vogue (que fue el modelo que inspiró el personaje de Merryl Streep en "El diablo se viste de Prada)", Oscar de la Renta, Ralph Laurent y Tommy Hilfiger.
Mientras posaban para los fotógrafos con los trofeos sonaba en la Arthur Ashe Tina Turner: The Best.

Y con esto concluyo (momentáneamente) las crónicas tenísticas. Volveré a las chorradas.

5 comentarios:

Falingo escribe dijo...

No sé, no acaba de gustarme la tendencia a imitar a otros tenistas de este chico. Sobre todo porque lo hizo cuando ganó, lo que puede parecer una falta de respeto (aunque no imite al contrincante de turno)

En fin, este triunvirato está aqui para quedarse (parece)
Buen lunes!

Alicia Liddell dijo...

Pues a mí me gusta su irreverencia, su espontaneidad, sus chiquilladas. No creo que las imitaciones sean ofensivas y de hecho no ofenden. Ahí estaba Sharapova en el palco del jugador animándole como una loca. Y él mismo sabe que es fácilmente parodiable. Otra cosa es que no haya nadie con la suficiente cara dura o el suficiente ingenio para hacerlo.

Falingo escribe dijo...

Quizás sea porque he visto las imágenes fuera de contexto. Dicen que más vale caer en gracia que ser gracioso (y posiblemente sea este el caso)

:)

Alexandrós dijo...

Lo único que leo de tenis son sus entradas. Y me gustan (ya lo supone)
Un saludo

Alicia Liddell dijo...

Eso es todo un cumplido, Alexandrós.
Muchísimas grancias. Hoy voy a estar verdaderamente insoportable, mis compañeros no se lo van a perdonar :)