Eludo meterme en comentarios políticos, pero hoy lo voy a hacer. Todavía colea, y de qué manera, la salida de pata de banco de SM en la Cumbre de Santiago. Que Chávez es un bocazas es algo que tenemos asumido. Pero que SM se comporte como Mariñas en el Tómbola es algo que ni sumergida en una cosecha del mejor malta escocés podría imaginar.
Y lo comparo con Mariñas, porque si lo comparo con lo que realmente me gustaría decir igual me secuestra el fiscal general, que no está el horno para bollos.
En fin, que esos que salen diciendo que la figura de SM ha quedado reforzada me parece que hacen de paniaguados sin criterio. Porque si hubiera sido al revés, que Chávez hubiera mandado callar a SM, aquí estaríamos invocando el espíritu de Pizarro, Hernán Cortés y, si me apuran, de don Rodrigo Díaz de Vivar.
A Chávez se le podría reprochar eso, ser un bocazas y un maleducado por interrumpir una intervención. Pero motivos para rajar de Aznar tiene. No me gusta ese tipo, Chávez. Me parece un populista de la más baja estofa, un egomaníaco, alguien que echa las culpas de los males de su país a los demás –y no digo que en muchos casos no sea así-, pero que con los años que lleva subido encima del burro, algo tendría que haber arreglado ya.
Pero bueno, aquí no se trata de hablar de Chávez.
SM debió mantenerse calladito, que es cuando está más guapo. Ya estaba allí ZP capeando el temporal como debe hacerse: con buenos modales.
Esa imagen de SM corriendo por el mundo, sinceramente, no creo que nos beneficie en nada y desde luego menos en Latinoamérica, donde las empresas españolas están haciendo tropelías a diestro y siniestro. No creo que sea mejor que la de Aznar poniendo los pies encima de una mesa o hablando con acento texano. En ese caso, el de Aznar, parecía un vasallo. En el segundo, el de SM, un soberano feudal.
Mi opinión no sirve para nada, pero si pudiera influir entre la gente de Zarzuela, procuraría inscribir a SM en un curso acelerado de protocolo y alejarlo durante una temporadita de los foros gubernamentales, que ninguna falta hace que vaya. Se va que se comporte como debe, una figura decorativa que debe sugerir cohesión.
Ea, he dicho.
3 comentarios:
No se preocupe, Dª Alicia, ninguno nos hemos podido resistir a comentar estas cosas.
Dios mío, qué gustazo ver reflejadas en tan buen castellano las ideas locas que corrían por mi cabeza.
De acuerdo en todo, Alice, que lo sepa.
Ferviente admiradora,
Anónima Paula
Totalmente de acuerdo
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