Decía el otro día, en la entrada sobre Nick Nolte, la rareza que supone alcanzar el éxito y el reconocimiento en la industria cinematográfica si se procede de la TV. Me refiero, claro está, a los USA, porque aquí los actores tienen que tocar todos los palos, incluyendo doblajes y voces para spots publicitarios.
Desde hace unos años asistimos al proceso inverso. Grandes actores y actrices que se pasan a la TV. Uno da un repaso a las series actuales y se encuentra nada menos que a Glenn Close –la mala más mala de todas las malas-, James Wood –sobreactuando como un loco-, el adolescente poeta muerto Robert Sean Leonard se convierte en amigo sufridor de Gregory House; Jeff Goldblum que deja la teoría del caos para relacionarse con fantasmas; la regordeta y encantadora Patricia Arquette tiene sueños premonitorios; el inquietante James Spader se convierte en un abogado borde; la bellísima Candice Bergen que desde Murphy Brown envejece con mucha dignidad; Kiefer Sutherland que ha encontrado un filón en “24” tanto como actor como productor; Joely Richardson quien en “Nick/Tup” trabaja hasta con su propia madre, Vanessa Readgrave que hace el papel ... de su madre; Sally Field en “Cinco Hermanos”, haciendo de madre de los hermanos, claro; los forenses David Caruso y Gary Sinise; Rob Lowe o Martin Sheen en “El ala oeste”; Mandy Patinkin como psicólogo del FBI o instructor de jóvenes fallecidos; la eficiente secundaria Kyra Sedgwick como peculiar subjefa de homicidios ...
En fin, que las series de televisión se han convertido en una salida más que digna para los actores que por edad o carácter no entran en los planes de las producciones de cine actuales, plagadas de efectos especiales y carentes de guión. Películas, en suma, donde lo menos importante es un trabajo actoral decente y cuyo éxito se basa en una bien planificado markéting.
En las series actuales vemos actores cuyo nombre se nos puede escapar, pero sus rostros hemos visto una y otra vez en la pantalla grande: Dennis Farina, o Vicent d’Onofrio –el inolvidable recluta “Patoso”- protagonizan las diversas franquicias de Ley & Orden. Esta serie tiene en su reparto a una auténtica rareza: Fred Dalton Thompson.
Thompson interpreta el papel de fiscal jefe de Nueva York, pero él mismo ha sido fiscal y senador. Actualmente es precandidato republicano para las presidenciales del próximo año. No es un actor metido a político, sino un político metido a actor, que ya tiene mérito. Además, ha participado como secundario en un buen número de películas, como “El cabo del miedo”, “No hay salida”, “Días de trueno”, “La caza del Octubre Rojo”, “En la línea de fuego” o “La jungla de cristal 2”.
Ley & Orden, la variedad “víctimas especiales”, también acoge otra rareza: Mariska Hargitay, que así dicho suena raro. Es la hija pequeña de la explosiva Jayne Mansfield y superviviente del accidente que costó la vida a sus padres.
(Se parece sospechosamente a alguien, ¿verdad?)
9 comentarios:
¿A Ana Botella?
Saludines.
Se parece a su madre, es cierto. Oye, y a mí que me ha parecido que se quedó a la mitad es posteo.
Para mañana, una de parecidos razonables y desvelo el misterio.
Nada más ver la foto de Robert Sean Leonard y leer el título ya sabía de que ibas a hablar... Papá no me deja ser actor, decía por aquel entonces.
De Fred Tomphson quiero hablar con un poco de profundidad, pero si puede ser cuando pasen los exámenes.
Y la tía esa se parece a la hija de la gorda que salía en telecinco.
¿La Arquette regordeta? Joder, no es flaca, pero no se yo si regordeta es una palabra ajustada...
d'Onofrio merecia mejor suerte...
Ya puestos, diré que en la serie de Martin Sheen, dos hombres y medio, además de refugiarse Martin, hay un par de rostros que me sonaban mucho...y que ubiqué: El tipo de la chica de rosa, y la compañera de desventuras de Kate Winslet en la hipnótica "criaturas celestiales".
Regordeta en el sentido que no es megadelgada de las que nos tienen acostumbrados. Tiene sus curvas y como es de estatura más bien reducida ... A mí me encanta ese aspecto de mujer normal, con su colmillo saltarín y todo, es humana.
Entonces empatizo con tu comentario...
Últimamente estoy bastante escandalizado con el tema: Esa mujer inexistente que nos venden los medios y que es tan solo apariencia, cáscara, superficialidad...
Donde este la mujer real que se quiten supermodelos (y lo digo por la ponzoña de programa).
Aquí también encontramos casos de esos, como Antonio Resines, Veronica Forqué...
Y al revés, como Belén rueda.
Muy interesante esta entrada, como todas.
Un saludo.
Perogrullada, y me quedo tan ancha: qué buena es la buena televisión. Adoro olvidarme del mundo y sumergirme en las series medianamente decentes (de calidad, se entiende).
Anónima Paula
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