Desde que Bob Geldford tuvo la singular idea de ayudar a África a través de macroconciertos, periódicamente nos invaden oleadas benéfico festivas de diversa índole.
La última fue la de Live Earth del pasado fin de semana, con macrofestejos en todos los hemisferios, este-oeste-norte-sur.
La excusa esa de salvar a la tierra me parece, cuanto menos contradictoria. Durante todo el concierto se mandaban mensajes de ahorra energía, no malgastes la electricidad ... en actos donde el megavatio sónico y lumínico era lo que menos se economizaba. Me gustaría saber el gasto energético de los actos, incluyendo la recogida de basuras.
Actos que son aprovechados por las discográficas para promocionar a sus cantantes o grupos, se identifiquen o no con las consignas festivaleras.
Pero la peña participa masivamente, no tanto por solidaridad –la verdad, no sé qué destino tendrá lo recaudado entre entradas y derechos de tv- sino por estar en un concierto “histórico” y que será visto en todo el mundo. Lo mismo le daría ir a uno por el derecho de Espe a llegar a fin de mes, pongo por caso.
El caso es que Al Gore está dando una lección de marketing. Ignoro si tiene la secreta intención -aunque la ha negado reiteradamente- en presentar su candidatura a la Casa Blanca. De momento ha conseguido un Oscar, un Príncipe de Asturias y un megamacroconciertoplanetario.
¿Será el próximo paso optar al Nobel de algo? A lo mejor arguye aquello de que él fué el inventor de internet ... quién sabe.
4 comentarios:
A mí me suenan siempre a promoción de nuevos CDs por parte de los grupos, la verdad.
Es algo que ocurre a todos los niveles, como podéis leer en el blog de Daniel higiénico sobre un concierto solidario en Terrassa (http://blog.myspace.com/index.cfm?fuseaction=blog.view&friendID=162870330&blogID=278830847&Mytoken=A2BD65A9-40CB-44A0BCC00241E3D0D11F7538787)
El marketing, ese depredador amable...
A mí este tipo de conciertos me producen urticaria sino asco. Los efectos de la cacareada concienciación se evaporarán en cuanto el público haya traspasado la puerta de salida del estadio. Pienso que si realmente los participantes desean ayudar siempre pueden hacer donaciones (que de dinero andan sobrados todos ellos), aunque ello suponga pan para hoy y hambre para mañana porque las autenticas solucione son otras y todos sabemos en manos de quién están.
Los buenos samaritanos que se venden esa imagen de sí mismos producen arcadas. Bob Geldof es un mediocre que buscó refugio en las causa humanitarias para hacerse rico a su costa. Hace tiempo despotriqué contra él...
http://antarcticastartshere.wordpress.com/2006/07/26/esa-buena-persona/
Gore hace lo mismo. Se agarra al único clavo que le mantiene en el "candelabro": el de la ecología. Y lo cierto es que tiene razón en sus reivindicaciones (aunque no son pocos los que llevan 30 años clamando por lo mismo y nadie les ha hecho caso) su problema es el exceso de protagonismo que huele, como dices, tan mal. Otro santo en vida que busca un altar para ser adorado.
Ya sabe que quien tiene padrino se bautiza. Al Gore ha sido vicepresidente del Imperio. El trabajo que hayan hecho organizaciones como WWF y otras parece que no tiene ninguna importancia ante la irrupción de este personaje.
Después de su comentario sobre mi entrada de Sabina, no me queda más que reconocer que, como limón, soy un aficionado!!!
(estoy totalmente de acuerdo... abajo los cabroncetes !!!!)
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