Población prevista para 2050
En 1950 la ciudad más poblada del mundo era Nueva York. Hoy está muy rezagada respecto a Tokio, Shanghai, Sao Paulo o Bombai, perdón, Mumbai (me pasa como con Pekin, perdón, Beijing).
Las ciudades fagocitan población. Son núcleos de riqueza y oportunidades, pero también inmensas bolsas de pobreza, especialmente cuando padecen un crecimiento desordenado.
Cuanto más grande es una ciudad, más servicios necesita, servicios accesibles por proximidad o por rapidez. Precisa de un buen transporte público, sanidad, servicios educativos, espacios verdes y de esparcimiento.
Sin embargo, esto que parece obvio, sólo es posible con un crecimiento lento. El aumento de la población en las ciudades, especialmente en las de los llamados países emergentes, provoca tensiones insoportables.
Por ejemplo, en Sao Paulo se producen 52 homicidios por 100.000 habitantes. En Londres, de 2,9. Aunque no es un dato definitivo, ya que en El Cairo es del 0,4.
Podemos hablar de contaminación. No cabe duda de que Sao Paulo es una ciudad contaminada, carece prácticamente de transporte público y cada día se matriculan 1.000 coches. Seis millones de coches circulan por Sao Paulo. El parque automovilístico de Milán es de 600.000.
Pero no es la ciudad que más contamina. Ahí está Kuwait City que lanza 26,4 toneladas por habitante. Menos mal que su población no es la de Tokio.
Un trabajador en Nueva York tarda unos 45 minutos en llegar al trabajo. Básicamente usa el transporte público y en muchos casos va andando. Los Angeles tiene la mayor red de autopistas del mundo. Siempre están colapsadas: el 80% usa el coche y nadie va caminando al trabajo.
Por cierto, el 25% de la superficie de NY son parques y zonas de esparcimiento que están en trance de crecimiento con tres proyectos: el parque del puente de Brooklyn; la transformación de los docks del puerto y la recuperación para paseo de las líneas abandonadas del metro elevado (un proyecto realmente precioso que se define como agro-tectura)
Pero las ciudades no deben prever sólo el aumento de población para planificar sus necesidades, sino también la tipología. Tokio, en 2050, tendrá más del 41% de mayores de 60 años.
Ante todo esto, es evidente que se precisa un buen gobierno de las ciudades. Gobiernos que se preocupen de las necesidades reales y no de su vanidad; gobiernos capaces de ordenar el caos inherente a la urbe; gobiernos honrados que se nieguen y persigan aquellos que pretenden despojar a la población de sus bienes, sean públicos o privados.
Gobiernos que favorezcan la integración, la equidad, la sostenibilidad y la tolerancia (manifiesto de Cittá, Architettura e societá)
12 comentarios:
EN LAS GRANDES CIUDADES DE ESTADOS UNIDOS SE DA EL FENOMENO DE QUE LA CLASE MEDIA Y ALTA VIVE EN LA SUBURBIA, PUES PREFIEREN LA TRANQUILIDAD Y EL SILENCIO, COMO TAMBIEN EL VIVIR CON LOS DE SU PROPIA CLASE. AUNQUE SIGUEN TRABAJANDO EN LAS METROPOLIS, EN SU MAYORIA YA NO VIVEN EN ELLAS. LOS POBRES, LAS MINORIAS Y LOS INMIGRANTES SON SUS VERDADEROS RESIDENTES, DE AHI EL SENTIDO DE ABANDONO Y DESCUIDO QUE LAS CARACTERIZA.
Quizás por eso a los europeos nos sigue fascinando NYC y pasamos de otras ciudades. Como nos fascina Londres, a quien dedicaban una mini muestra bajo el acertadísimo título de Babylon-don.
Resulta curioso comprobar que la mayor parte de las relaciones económicas de LA se realizan con NYC (en segundo lugar aparece China) Sin embargo, las relaciones económicas más numerosas de NYC son con Londres (LA aparece en tercer lugar)
La ciudad más poblada en la que he estado es Delhi. Sus habitantes probablemente exageran cuando afirman que son 20 millones. En cualquier caso la extensión de la ciudad era espectacular. Pero, ¿Qué van a hacer las megalópolis de India, China, Nigeria para evitar seguir creciendo? ¿Como van a evitar las migraciones internas que pueden conducirlas al colapso? En el siglo XXI quizás será más dificil cruzar la aduana para entrar en una ciudad, que para abandonar un país.
Ahora que el fenómeno del desarrollo sostenido está tan en boga y miramos al futuro con estos datos que nos ofreces, se plantea la cruda situación de si es mejor salir huyendo y buscar una choza en el campo. Lo cierto es que las megalópolis son una realidad y en crecimiento. Y da miedo pensar en el año 2050 (¿sin petróleo?).
Un saludo
Presenta usted unas magnitudes que son de difícil asmilación. Y precisamente por ello provocan -a mi al menos me provocan- un cierto miedo al futuro.
Me parece super interesante todo el tema de como afecta a las subjetividades humanas la vida en una gran urbe (por lo que has dicho del aumento de homicidios, por ejemplo, o también por el aumento de enfermedades nerviosas, la dificultad en las relaciones personales profundas, etc.).
El año pasado estudié una asignatura que a ti, que también te gusta la literatura, te hubiese encantado: "Narrativa y Ciudad en América Latina". Y la idea era estudiar como se plasma la relación hombre-gran ciudad en la literatura hispanomericana. Me encantó!
Buen día Alicia, me parece muy verídico tu post, lástima que nadie pueda hacer algo al respecto.
Ahora yo te invito a que leas mis post para que puedas reirte un poco entre tanta pesadez de la cruda realidad.
Un saludo, chau!!!
De todo corazón:
Arthur
Y hablando de todo un poco... ¿Qué me dicen uds. de los llamados "edificios singulares", que pretenden convertir en "mayami" cualquier ciudad de provincias -incluso la mía, que para ser de provincias anda cerca de los 400.000 habitantes- a chorrocientos mil euros el metro cuadrado...?
Los peperos alimentan la vanidad del arquitecto.
Y en cuanto al turismo, "a tomar po'lculo" las moratorias, qué país...
Yo he decidido que me gustan las ciudades, cuanto más pútridas y apretujadas, mejor. Antes me creía muy listo, pensando que siempre me quedaba el recurso de retirarme a Cardaño (Palencia), sitio precioso, con montañitas y tal... Y ahora quieren destrozar la zona haciendo una megaestación de esquí. Por supuesto, como ya es habitual, los especuladores se han montado sus propios grupos ecologistas y partidarios del desarrollo sostenible del ladrillo.
¡Cuanta razón tiene! Por eso, hace tiempo que me retiré a vivir a 25 km. de una gran ciudad. Pero la expansión es imparable y dentro de un tiempo esa ciudad habrá aglutinado la zona donde ahora vivo. Cuando visité el Forum de Barcelona en el 2004, me llamó la atención un concepto atractivo: La ciudad sostenible. Es un buen propósito, pero lamentablemente la especulación tapa los buenos propósitos. ¿Qué me dice del proyecto Cullera?
Tras 24 horas de pérdida de equipaje (que ya había previsto) recupero mis herramientas informáticas.
Hay algunos datos sobre las ciudades reveladores. Por ejemplo, una ciudad de alta densidad (por ejemplo, NYC, Londres, Tokio o Barcelona) con una buena red de transporte público son mucho más eficientes en cuanto a consumo de energía o contaminación que ciudades de baja densidad y malas redes de transporte público (Los Angeles o México DF)
Otro dato relevante se refiere a zonas libres (parques, áreas de esparcimiento ...) En el caso de NY supone el 25% de su superficie. Mientras que ciudades de baja densidad (adobaditos y asimilados) es casi inexistente.
Las ciudades densas también son más eficientes a la hora de la integración intercultural y las bolsas de pobreza están más diluídas.
Jordi, no conozco a fondo el proyecto de Cullera, así que opinaría "de oídas". En cualquier caso, lo que no es de recibo es continuar construyendo en una zona que ya está sobreexplotada y que tiene comprometidos sus recursos.
Pero en principio, prefiero media docena de rascacielos que 50 urbanizaciones de adobaditos que constituyan la gran muralla china. Tendría que ver los horrores que se han construído en las montañas de Jávea hacia Benidorm.
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