martes, noviembre 21, 2006

Dejen en paz a Jack


¡Ya está bien! La figura mítica de Jack el Destripador está siendo objeto de una labor de acoso y derribo que no se puede consentir. Ahora sale Scotland Yard con un supuesto retrato robot del asesino más mítico, escalofriante y querido de todos los tiempos.

Sí, querido. Porque Jack se ha convertido en un mito querido que adorna como nadie ese Londres victoriano de profunda miseria y aberrante riqueza. Ese Londres industrial, invadido por la niebla, las calles pobremente iluminadas por luz de gas, de calles empedradas por las que corren arroyos malolientes, de coches de caballos, de capas revoloteantes.

En los últimos años se multiplican las teorías sobre Jack, aplicando procesos científicos de última generación. En mala hora se entretienen los desfaenados, intentando quitar la máscara a nuestro ilustre desconocido.

Se empeñaron en que fuera un comerciante de Liverpool –tras la oportuna falsificación de unos diarios-, un marinero que habría cometido tropelías semejante en puertos del Caribe y en Hamburgo; según la cretina de la Cornwell, sería un artista victoriano y a los amantes de Jack nos gusta pensar que fue alguien del entorno real, que tiene mucho más morbo.

Dejen en paz a Jack, no quieran desmitificarlo. Además, él era un artesano, no un asesino industrial. Jack sería un corderito comparado con Henry Lee Lucas, que empezó su andadura sangrienta con sólo 20 añitos y con nota: se cargó a su madre. Al pederasta y necrófilo Lucas se le han atribuido 360 asesinatos en su carrera que se extendió hasta 1982.

Que se ceben con el carnicero de Milwaukee o, sin necesidad de saltar el charco, en suelo hispano tenemos también especimenes destacados como José Antonio Rodríguez, el asesino de ancianas de Santander, al que se le acusó de 16 crímenes, o a Joaquín Ferrándiz, que tuvo en vilo a todo el gremio de prostitutas camineras en Castellón que acabó con cinco mujeres, tres de ellas meretrices.

No nos arrebaten a Jack, jolines, con todo lo que nos ha hecho disfrutar.

14 comentarios:

Unknown dijo...

De todos los psycho-killers, sin duda, Jack es el más mítico y hasta cierto punto romántico de la historia. Ese aire victoriano le otorga un carácter hasta cierto punto ficticio y eso de ponerle rostro ahora se carga su esencia. Mejor que siga siendo anónimo y será más recordado.

Un beso

anilibis dijo...

Jack el Destripador pertenece a las fantasías y pesadillas de los amantes de lo victoriano y la niebla bajo las farolas amarillas. Entre quienes yo me incluyo.

Esa careta de camionero mandibuloso y cejijunto no es "mi" Jack.

Huy, parece un anuncio de desodorante...

Anónimo dijo...

Y a su costa se han hecho una cuantas buenas películas.

Los psycho-killers, al contrario que la mayoría de la gente (sobre todo en los States, en donde hasta tienen colecciones de cromos), me producen una grima brutal. Pero es cierto que a Jack le envuelve un aura diferente. Será por la distancia que produce el tiempo.

pies diminutos dijo...

Tal y como dice Anibilis ese no es mi Jack, al menos no el que yo me había creado en mi imaginación... pues sí, Alicia, que lo dejen en paz!!

Anónimo dijo...

Lo peor no es eso, sino preguntarse hoy día, ahora mismo, después de ver esa foto, aquello de:
¿alguien ha visto a este tipo?
Seguro que sí.

pcbcarp dijo...

¡Amosanda! si parece el Lute. Diga Vd. que sí: alguien del entorno real, sin duda. Nuestro protoasesino en serie. ¡Ahh...!

Anónimo dijo...

Coño, ese no es Jack el destripador. Ese es Freddie Mercury, el cantante.

Miguel Sanfeliu dijo...

No entiendo el motivo de este retrato. Mera estupidez, supongo.
Jack, por mucho que algunos se enfuercen, seguirá siendo una sombra, un misterio, una capa y un sombrero de copa, una carta enviada a la policía con mala leche y humor negro, una despedida...

Suyo afectísimo...

Anónimo dijo...

Jack subo hacer lo que muchos artistas no saben: dejarlo a tiempo. Y eso es lo que deberían de hacer algunos que viven obsesionados cual mitómanos por algo que no pueden comprender

Anónimo dijo...

Mi imaginación lo creó de otra manera. Nunca con esa imagen.

Bien Alicia!

"No nos arrebaten a Jack" es la frase, manifestemos si es necesario!

Saludos

Isabel Barceló Chico dijo...

Alicia, me sumo a tu ardiente defensa de este viejo mito, más todavía cuando el pobre señor está muerto y enterrado y ya no tiene sentido hablar de justicia. Pero es que, hija mía, derribar ídolos - aunque sean criminales - tiene mucho morbo y da dinerito. Saludos cordiales.

pazzos dijo...

Ultimamente ha habido bastante cachondeo por el supuesto parecido de este retrato robot de Jack el destripador con Julíán Muñoz, ex-alcalde de Marbella.
A ver si dejan en paz a Cachulín que ya tuvo bastante con enocntrarse en la Biblia la siguiente profecia:

"No tengas trato con una coplera,
no sea que en sus artes quedes preso".
(Eclesiástico 9,4)

Alicia Liddell dijo...

No sabría si quedarme con el parecido a Freddie Mercury o Cachuli. Ese bigote es traidor.

Kafka, esa despedida postal me ha puesto los pelos de punta.

Pazzos, hay que ver lo premonitorio que resulta el Eclesiástico :)

Fer dijo...

Freddie Mercury, Julián Muñoz, Carlos Herrera, la propia Pantoja. Da igual a quién nos recuerde la foto: ése no es Jack el Destripador, es un camionero cualquiera de la N-630.
Jack el Destripador, se pongan como se pongan estos émulos del CSI, sería alguien mucho más refinado... o alguien mucho más cochambroso.
Sólo alguien metido en una de esas categorías habría sido capaz de conseguir pasar a la mitología contemporánea sin desvelar su identidad.