miércoles, julio 26, 2006

El Ala Oeste


Dada la tremenda programación televisiva del fin de semana hemos pasado este adelanto vacacional viendo dvd de la serie “El ala oeste de la Casa Blanca”. Dado que los capítulos se emiten a unas horas rarísimas y tampoco hay la certeza de que aparezcan, decidimos comprar la edición en vídeo. Son cuatro temporadas, seis dvd’s por temporada y cuatro capítulos por disco. O sea, una barbaridad.

Lo bueno es que se pueden seguir cronológicamente, pero un dvd entero puede durar tres horas y media, así que hay entretenimiento asegurado durante toda la tarde dominical.

“El ala oeste” es una serie inteligente, con unos diálogos chispeantes, que –creo- refleja bastante bien las entretelas del poder. Se trata del grupo de asesores del presidente de los USA, en este caso un demócrata: jefe de personal, secretaria de prensa, el que escribe los discursos … aunque sus atribuciones están un poco confusas, ya que en muchas ocasiones funcionan como negociadores políticos.

El presidente, que tampoco sale mucho, está interpretado por Martin Sheen. Se trata de un doctor en económicas que, pásmense, ha ganado un Nóbel y ha sido durante dos mandatos gobernador del estado más pequeño de la Unión: Rhode Island.

Tiene dos problemas personales: una mujer brillantísima, papel asignado a la enorme Stockard Channing, que es una médica de prestigio y que no se deja amilanar por el aparato de la Casa Blanca; el segundo problema es la enfermedad secreta Jed Bartlet: una esclerosis múltiple que ignora todo su equipo.

Los personajes son magníficos: desde el huraño Toby Ziegler al alocado Josh Lyman, la encantadora CJ o el genial Leo McGregor sin olvidar a la metementodo Donna o al “chico del presidente” Charlie, que es quien tiene el poder para abrir o no la puerta del despacho oval.

Lo curioso es que esta serie, que hace poco dejó de emitirse en Estados Unidos, ha coincidido con la oscura etapa de Bush junior, la antítesis del liberal Jed Bartlet.

La vida cotidiana en el Ala Oeste no tiene horarios. Las reuniones son continuas y las frases más repetidas son “Arréglalo” y “Nos vemos luego”.

Entre los personajes colaterales destaca el vicepresidente, al que más o menos todos en la Casa Blanca desprecian y cuya única forma de hacerse respetar es haciendo desplantes a lo empleados del Ala Oeste. Sin embargo, no es tan tonto como los demás creen, ni tan mala persona. Pero es que ser vicepresidente es un papel de lo más deslucido.

A lo largo de la serie se reviven conflictos bélicos y diplomáticos; peleas en el Congreso, artimañas para lograr un escaño en el Senado, las tácticas de presión de los lobbies, filtraciones insidiosas a la prensa, meteduras de pata antológicas, procesos de selección para jueces del Tribunal Supremo … En fin, un auténtico master de política, aunque no tan ingenioso como aquella maravilla que fue “Sí, ministro”.

Los americanos no tienen el sutil sentido del humor de los británicos.

11 comentarios:

Alexandrós dijo...

Su entrada me ha llevado aquí. Por si a alguien le sirviese para completar su recomendación.
http://elalaoeste.seriesdetv.com/component/option,com_frontpage/Itemid,1/
Mis respetos

Miguel Sanfeliu dijo...

Lo cierto es que he oído hablar muy bien de esta serie, pero no la sigo. ¿No la han cambiado de horario en varias ocasiones?
En ausencia de House, me he medio aficionado a "Mentes Criminales".
Un saludo.

Alicia Liddell dijo...

Sí, Kafka, es un desastre. Cada vez que compran una serie decente se dedican a putearla.

House sigue hasta el próximo martes, pero en el canal de pago Fox.

anilibis dijo...

Jo, hace siglos que no veo la tele ni la enciendo apenas, y que tampoco me engancho a ninguna serie y me da mucho miedito provocarlo porque me conozco y sé que puedo volver a caer. Sé que puedo volver a caer. Sé que puedo volver a caer... uf, ¿lo ves? me voy corriendo a apagar la tele.

Uh... "ya están aquí"...

Fer dijo...

¿Buenas series de televisión? ¿Es eso lo que busca Gallardón en Madrid con tanto agujero?
No he visto El Ala Oeste..., pero sí recomiendo Los Simpsons, House, Padre de familia, Anatomía de Grey o Mujeres desesperadas.
Ah, y también Los Lunnis, pero sólo cuando las drogas no hacen efecto.

Alicia Liddell dijo...

Anilibis, esos son polstergeits (o como diablos se escriba) apague la tele YA

Fer, discrepo en las series de dibus, no las soporto. Anatomia es tontísima. House no está mal, aunque se pasa de excéntrico. Durante una temporada, vale, pero ya resulta demasido histriónico. Yo tengo dicho en casa que si me pongo enferma NI DE COÑA, vamos.

Y Mujeres tiene gracia, cuando me dejan verla.

Laura Diaz dijo...

He mirado algunos capítulos de la serie y me parece correcta. Aquí también la pasan por TV cable y cambian sus horarios. Nunca he seguido nada en la tele. Creo que la última fue "Los gozos y las sombras", si hará años!!
Saludos

Francisco Ortiz dijo...

Ese Presidente, de ficción y que ojalá fuera real.

Anónimo dijo...

Mi admirada y versatil señoria Liddell, le confieso a usted que apenas veo la television encendida.

Si bien ella si que me contempla las pocas horas en que de mi logro descansar: Cuando duermo, puesto que la tengo de pretoriana a los pies de la cama cual angel custodio de mis ensueños. Pero descuide, que no es este el tiempo ni voy a endilgarle el resabiado discurso de que solo vea la 2, convertiendola asi en algo a todas luces inatribuible a un artefacto: Como lo es el de valedor y eficaz garante de una sabiduria que concierna a la persona, que yo: ni poseo y menos aun persigo.

No, no va por ahi mi allanamiento de su virtual morada.

El caso, miruste, es que sabedor de ese oraculo y sastre conductista en que hemos convertido al televisor, ha venido a pasarme como a don Mario, el Benedetti (y disculpe mi tan desequilibrada semejanza): Que cuando creimos tener todas las respuestas, va ese paralalepipedo emanador de refulgentes y seductores designios, y nos cambia todas las preguntas.

Y fue en tan desagradable tesitura en la que me halle, que por mas que orientase la antena y potenciara el volumen de tan fenomenal oraculo, nunca obtuve del televisor respuesta alguna a mi inquietante pregunta de: Si yo, ¿seria capaz de desempeñar alguna otra presidencia que no fuese la de mi mismo y mis reiteradas insubordinaciones?

(No se preocupe: Ya me voy. No hara falta que me espete el consabido: "¡Vayase señor Tritacora!" Me regreso con el señor don Cuesta)

Pero antes, admitame un abrazo. :-)))

Anónimo dijo...

Hola, Alicia, le agradezco la visita y el comentario dejado en mi blog. Al hilo del mismo, decirle que por desgracia no sólo conozco una, sino varias;-)

Respecto del "Ala oeste de la casa blanca" ahora en España la pasan los sábados a las 22.50 en TV2; y es una de las pocas que veo junto a House -que ya no la dan en cuatro-. Comparto sus opiniones y sí, los entresijos del poder deben ser bastante parecidos a los que la serie presenta. Una buena porquería, pero, en mi opinión, los personajes están logrados y los actores interpretan bien. Una de las pocas cosas que se pueden ver.

Un cordialsaludo

Hannah

Alicia Liddell dijo...

Hannah, bienvenida.

Compruebo que es usted tremendamente prolífica. Nada menos que dos entradas en su blog en un plácido domingo.

Y las dos especialmente candentes. Lo malo es que cada vez tengo más sensación de voz afónica que clama en el desierto.

Estimadísimo Tritácora, ¿cómo es posible que no haya sucumbido a la seducción de una tele de plasma?
Acepto gustosa su abrazo, pero no apriete.