miércoles, julio 05, 2006

Extremadura


Los comentarios sobre los blogs con origen en Extremadura me llevan a repasar el mío.

Y, demonios, sí que he colgado fotos de allí:

1) Cumpleaños agradecido: Biblioteca de Mérida.
2) Experimento: Casco antiguo de Cáceres
3) Brasil-España: yacimiento arqueológico de Mérida
4) Monfragüe: buitres y amapolas

Esta cigüeña descarada anida –como otras muchas- en la catedral de Plasencia.

Me gusta Extremadura porque:


Tiene agua
Tiene encinas
Tiene cerezos
Tiene cigüeñas
Tiene buitres
Tiene torta del Casar
Tiene Roma
Tiene Imperio y Monasterio
Tiene Cáceres

Debería declararse Región Europea bajo Especial Protección.

La primera vez que visité Extremadura fue con un grupo de amigos hace una eternidad. Debía tener 18 años. Esperaba ver un secarral tipo castellano en pleno mes de agosto. El mes coincidía, pero no el paisaje. El valle del Tiétar cortaba la respiración. Nos bañábamos en las aguas heladas del río con unas hermosas truchas que no permitían ningún acercamiento.

Después de muchos años, la familia decidió hacer un periplo extremeño/lisboeta aprovechando la abundancia de paradores nacionales. Vuelta a Jarandilla y extensión a Trujillo y Mérida con obligada visita a Cáceres. Y ahí se produjo el flechazo. Desde entonces mi marido está empeñado en comprar algo por allí con vistas a poner tierra por medio ante el futurible –espero que lejano- aumento de la familia.

Así que con esa excusa, hemos vuelto periódicamente visitando lo que ya conocemos o buscando nuevas rutas. Pero no pienso hacer jamás apología de Extremadura, no sea que una vez consumido el último metro cuadrado de costa decidan colonizar aquel paraíso.

4 comentarios:

Laura Diaz dijo...

Sí, Alicia. Y tiene excelentes quesos y muy buenos vinos. Es muy simple, Extremadura fue romana. Y los romanos, además de dejar Roma (las ruinas romanas mejor conservadas del mundo), marcaron la ruta de la vid...

Tuve el privilegio de estudiar en Badajoz, en la Universidad de Extremadura, y a partir de eso, la suerte de conocer casi toda la región a lo largo de los años.

Uno de los momentos más emocionates de mi vida fue descubrir, caminando por el anfiteatro donde cada año se celebra el festival internacional de teatro, una placa que decía "La Comedia Nacional de Uruguay, al pueblo de Mérida"...

Cada vez que puedo, regreso. Allí tengo buenos amigos, y sitios espléndidos que siempre me esperan.

Mejor que no se sepa, Alicia. Tal como tu dices, si llegaran a colonizar ese paraíso, le quitarían su encanto.

Fer dijo...

Soy extremeño.
Y dicha afirmación, que treinta años antes podía abochornar a su autor, ahora ha cambiado brutalmente de sentido.
Suele ir coronada con el castizo "y a mucha honra". Sin prepotencia, sin olvidar la humildad que nos acompaña de la mano, pero encarando el futuro con atrevimiento.
Extremadura tiene todo lo que Alicia enumera. Y más, mucho más, que falta descubrir. Sus quesos (de La Serena, del Casar, de Ibores...), sus ibéricos, su fauna, su flora, su ambiente y sus gentes. Su geografía y su historia.
Por eso mismo prefiero que le falten playas, que esté alejada de Madrid o que carezca de gigantescos y deshumanizados complejos turísticos, si es que ello me asegura la permanencia de lo que es mi tierra, de lo que somos los castúos.
Sigue regresando a Extremadura, sigue descubriéndonos, sigue sorprendiéndote.

Alicia Liddell dijo...

Bienvenido, Fer. Leo su blog. Sé que ahora está de vacaciones, aunque espero que no sea motivo para dejar de escribir en él.

No enumero más delicias extremeñas porque serían interminables y, qué demonios, no tengo intención de que se extienda la fama y aumente la demanda. Extremadura, sólo para iniciados.

Fer dijo...

Gracias por leer mi blog y gracias por esa bienvenida, Alicia. Pero, por favor, sin tratarme de usted: a mis tiernos veinticuatro añitos les resulta aún difícil encarar la madurez inherente a la vida adulta.
Y, como comprobarás (permíteme el tuteo), pese a estar supuestamente de vacaciones -los becarios no conocemos ese concepto-, sigo actualizando la página.
¡Allí os espero!