lunes, julio 17, 2006

La vejez (la mía)


Cuanto más vieja soy, menos sé. Las dudas se han instalado y desalojan lo que creía eran firmes creencias.

Me doy cuenta que ya no tengo opiniones claras cuando antes eran incuestionables sobre multitud de asuntos. Leo las noticias de Oriente Medio y me parece que desde la Guerra de los Seis Días, estamos en la misma situación.

La clase política, sin embargo, parece no haber cambiado. Se toman las cosas con la misma parsimonia, dicen a unos aquello de “nene, eso no se hace”, mientras que los otros son diabólicos terroristas.

En el coche ya sólo llevo emisoras de música o pongo cd’s. Oir a Acebes, Zaplana o Rajoy me saca de quicio. Los telediarios los veo con el mando a distancia en la mano para que cada vez que aparecen sus caretos, saltar a otro canal.

El presidente de la AVT ha conseguido que me sienta como un rehén de un ansia de venganza que no entiendo.

Acabo deseando no saber para proteger el débil equilibrio de mi estómago.

14 comentarios:

Laura Diaz dijo...

Alicia,

hace unos días comentaba a una amiga lo mismo que escribes en este post...

Es decir, me sucede lo mismo que a tí y los políticos de aquí son otros. No sé si es asunto de mi edad o de la actitud de la clase política. Estoy saturada de informativos radiales y televisivos, así como de periódicos. También prefiero el silencio, la música o un libro.

Ahora bien, creo que es justo recordar que a los políticos gobernantes los elegimos nosotros y nadie más que nosotros...

¿Lo recordaremos en las próximas elecciones?

Miguel Sanfeliu dijo...

Cualquier día saltaremos por los aires y todas nuestras preocupaciones se quedarán en suspenso.
Lo que está ocurriendo en Oriente Medio es un asunto muy grave, desde luego. Y no tiene una solución fácil. Esperemos que tenga una solución, aunque sea difícil, que tampoco está claro.

Anónimo dijo...

Lo mejor que hace lady Lidell.

Bienvenida al clan de los yonquis musicales... Y es que nuestro refranero socarron, en el fondo es muy sabio y todo un catecismo a no olvidar: "La musica espanta a las fieras" ("fieras", me permito añadir, que termina engendrando nuestra mente con tanta abominacion reiterada, un dia si, y otro tambien)

En mi opinion (esta tonteria sobra, porque le prometo que nunca tengo amanuense), el supuesto cultural y la inmediatez interactiva de la globalizacion, nos han conducido a un paramo donde solo despuntan esquejes de acero, cristal y hormigon. La politica actual, sea del signo que sea, solo gestiona una cuenta de resultados. Balances que atañen a la carne del hombre pero nunca a su humanidad.

La inteligencia, que antaño se reducia a comprender la vida para vigilar nuestro comportamiento dentro de ella, ha pasado a practicas de truculentos mecenazgos que esclavizan y aniquilan la esencia misma del hombre. Y va el segundo (no hay uno sin dos): "La civilizacion no suprime la barbarie, la refina"

La politica contemporanea, toda, desconoce el potencial creativo e ilusionante de la palabra, y tambien y sobre todo, su ferreo compromiso intrinseco. Sus gestores olvidaron que lo conceptual no cala en las personas, que el unico puente posible hacia el entendimiento es, siempre, el estetico.

Y cada vez seremos mas quienes nos desentendamos de esa fauna consensuada, por el hastio que nos provoca que pretendan consolarnos con desteñidas realidades...

Como usted bien sabra milady, a la realidad hay que gestionarla con suma pericia desde el mismisimo prelavado.

Si, es muy simple: Estetica de hechos.

(¿Un ejemplo?: Emplear el anverso de mi voto para sacar a los militares de Irak, y prostituir su reverso para venderle armas a Venezuela)

Acepteme una infusion de cerezas mientras se deleita con musica...

Fer dijo...

Permíteme decir, Alicia, que la turbulenta situación de Oriente Medio no viene sólo de la Guerra de los Seis Días. Viene de la implantación del estado israelí, a dedo, en una tierra ya de por sí revuelta (en parte por el expansionismo y colonialismo europeo de finales del siglo XIX).
Pero no quería soltar un discurso de historiador, sino recordar una viñeta de Máximo (El País, 15-7-2006), donde un cadáver masacrado inquiría lo siguiente: "sin analogías, paralelismos ni proporciones: ¿se puede condenar el horror israelí en Líbano y Gaza sin dejar de horrorizarse por el Holocausto?". Ésa es la reflexión que yo también extraigo de toda esta barbarie y que se acumula en el saco de las sinrazones humanas.
Y hablando de sinrazones, rescato la del PP. He preferido no volver a entrar en el florido berenjenal de la derecha en mi blog (mañana, sin embargo, la cita es obligada), pero aprovecho este espacio que ya se alarga para proclamar, a voz en grito, que lo dicho ayer por Rajoy y Aznar no deja de ser una suprema gilipollez.
Y que viva la libertad de expresión.

El Miope Muñoz dijo...

Hombre es que Acebes, Rajoy and Co. y lo digo excluyendo el clásico síntoma de progre-bien conducen a la simplificación política sin remedio. Y eso jode. Y es peligroso.

Clarice Baricco dijo...

Hola Alicia:

Tiene razón Kafka en tu sentido del humor. He sonreído en varios de tus textos y me voy de tu casa contenta.

Un placer leerte.

Alicia Liddell dijo...

Admirado Sr. Tritácora: Reconozco que lo de refinar la barbarie me ha dejado k.o. Se me saltan las lágrimas de emoción y lo apunto en la libreta de citas. Ya me dirá la autoría para no quedar más lerda de lo que soy.

Fer: La política no debería ser un "y tú más" al que estamos acostumbrados. Hay que poner un límite temporal a los agravios, no se puede estar permanentemente con ofensas que ya nadie recuerda, como en esas enemistades aldeanas.
Sí, ya sé que el Holocausto se recuerda y más vale que sea así, pero a este paso acabaran haciendo reivindicaciones por los cautivos de Babilonia. ¡Joder, justo al ladito de Bagdad! Lo que faltaba.

Francisco Ortiz dijo...

Yo, en cambio, cada día estoy más concienciado sobre diversos temas y no dejo que el bosque me deje ciego: no es lo mismo Rajoy que Zapatero, aunque lo parezcan a primera vista( y no les voto a ninguno, que conste) ; no es lo mismo defender que participaron los terroristas locales que no defenderlo (11M ); no es lo mismo estar satutrado de información que cerrar los ojos. Me duele que la gente inteligente y sensible los cierre. Formamos parte de este mundo, para bien y para mal, y con amor y con dolor hemos de decir lo que queremos, pensamos, sentimos: nuestro espacio es pequeño pero tiene su valor: los blogs. Visitar el tuyo da para pensar en todo esto, que no es poco y te agradezco.

La independiente dijo...

Definitivamente me quedo con el párrafo inicial de tu entrada.

Me limito a cambiar el género:

Cuanto más viej(o) soy, menos sé. Las dudas se han instalado y desalojan lo que creía eran firmes creencias.

Y no sólo respecto a la política sino respecto a todo. Es la ignorancia la que es atrevida.

Y, tal y como cantaba Siniestro Total, sólo los estúpidos tienen la conciencia tranquila. :-D

Un saludo,
Xavie

Fer dijo...

Déjame matizar mis palabras, Alicia.
En absoluto defiendo la infantil política del "y tú más". Sin embargo, me irrita y enciende tanta manipulación partidista, últimamente rayando en lo más zafio del intelecto común.
En cuanto al Holocausto, por nada del mundo minimizo la tragedia. Seis millones de muertos y un trauma que sigue vivo, latiendo delante de nosotros. Pero, por grande que sea el dolor, no se pueden permitir ni justificar cierta clase de desmanes. Si nos amparamos en esas razones, la Tercera Guerra Mundial estaría servida y, lo que es peor, de modo impune.
Espero haber aclarado mi postura, y lamento si ha habido malentendidos.

PD: al igual que tú, he añadido la perla de Tritácora a mi repertorio de citas.

Alicia Liddell dijo...

No, Fer. Para no variar no me expresé bien. Sólo quería matizar que el "y tú más" en los dos últimos años se ha convertido en la única estrategia política.

En cuanto al Holocausto, creo que está todo dicho. Pero quizás algunos prefirieron aprender a ser verdugos.

Anónimo dijo...

Siento no poder complacerla, mi admirada e hiperprolifica Lidell, pero no recuerdo al autor de tal sentencia. Le dire un secreto: a veces cito frases de relatos mios que ya ni recuerdo cuando fueron escritos. ¡Vaya usted a saber! No es petulancia por mi parte, creame, solo la constatacion misma de la unica certeza que poseo: Y es que mi memoria es un inmenso sumidero.

Y al señor Francisco Ortiz, decirle como especimen sensible que soy, que no inteligente, que mi asumida postura no es la de cerrar los ojos ante la realidad. ¡Que mas quisiera yo!: Es la de preservarme lo mas cuerdo e indemne posible ante tanta sinrazon e inhumanidad como ventilan los medios de manipula y comunicacion diariamente. Ademas, para estar al corriente de la marcha, acertada o no, de nuestra geopolitica, no es necesario acceder a prensa televisada, radiada o escrita. Baste con salir a la calle y enterarse del sinnumero de galeotes que han engrilletado sus vidas a un hipotecazo de cuarenta años; o la disparatada climatologia y escasez de agua que padecemos; o el expolio sistematico de recursos y suelos como acciones bursatiles inmediatas; o... simplemente, planchar. Si usted se plancha las camisas, habra caido en la cuenta de cuanto hemos refinado la barbarie: ¡Hemos legitimado la esclavitud! Todas nuestras prendas de vestir, estan hechas por esclavos que, por invisibles a nuestros ojos, parece que no hieran a nuestra mojigata civilizacion. Mire sus etiquetas y le resultara absolutamente cretina nuestra politica de ombligo para generar problemas, y no, salvarlos: India, China, Pakistan, Mexico, El Salvador, Colombia... Hasta Cotton, que ni figura en el mapa, fijesuste!

En realidad, yo vengo considerandome algo asi como un heroe en la reserva. Uno de esos hombres en la sombra que conforman la Historia, ¿porque digo yo que alguien tendra que quedar apto y capaz de servir al futuro emperador de los continentes cuando nos llegue el colapso total y debamos volver al punto cero de partida, no?

Llegado ese gran dia del discurso de investidura global, le prometo a usted que podra ver a un presidente con el pantalon mejor planchado de la Historia...

P.S:No se olvide de grabarmelo, ya conoce mi aversion a esos cacharros diabolicos. Gracias.

Francisco Ortiz dijo...

Sólo te digo que la labor de quienes vemos todo eso - vemos, señalamos y denunciamos: no sabes cuánto me ha costado a mí denunciar cosas, a cuánto he renunciado para no ceder - es aportar soluciones y nuevos puntos de vista. El nihilismo es destructivo casi siempre y la queja a veces sólo iguala al que nada sabe - ni le interesa - con el que sabe y le interesa pero sólo señala lo negativo, sin aportar alternativas. Y no es lo mismo lo negro que lo gris: hay muchos matices.

pieldivina dijo...

No sé si razonaré fuera del tiesto, como dicen Les Luthiers, pero a mí, con el paso de los años, no solo me parece que sé menos y que tengo más incertidumbres, sino que, como si eso fuera poco, he caído (y caeré en más, al paso que voy) en algunas incoherencias. Pongo un ejemplo: cuando Irak invadió a Kuwait quedé pasmada y escandalizada (sí, no acabo de acostumbrarme a la prepotencia de la política exterior norteamericana) ante la rápida intervención de los EEUU, sin consenso de la comunidad internacional, etc. Cuando la guerra de la antigua Yugoeslavia (ya no sé cuál de ellas) estaba deseando que, ante la inoperancia vergonzosa y vergonzante de la UE, los EEUU tomaran las riendas del asunto (como Clinton reclamaba una y otra vez) y acabaran de una vez por todas con esa carnicería.
¿Acaso se puede ser más incoherente? De todas maneras, no creo que sea chocheo senil, sino que el mundo se ha convertido (si no lo ha sido siempre) en un caos y nuestros pobres cerebros lo atraviesan como pueden.