miércoles, septiembre 06, 2006

Orwell, el optimista


Quien conozca Londres sabe que no pasan más allá de 10 segundos sin que su presencia sea grabada por una cámara de vigilancia. En cada esquina, en cada entrada de metro, en los andenes, en los ascensores, en las paradas de autobús … sin contar con las que instalan los bancos y todo tipo de establecimiento comercial. La infraestructura de vigilancia se extiende, por supuesto, a aeropuertos y estaciones de ferrocarril.

Este omnipresente gran hermano estaba operativo ya en los atentados del metro del pasado año, aunque es lógico pensar que desde entonces se ha incrementado el número de cámaras que vigilan cada movimiento.

El gobierno británico, pues, controla casi la respiración, temperatura, presión arterial y ritmo cardiaco de cualquiera que quede al alcance de las miríadas de ojos vigilantes. Pero eso sólo para los vivos. Y esto no podía seguir así.

Blair se dispone a controlar también a los nonatos. Leo en El País que con la excusa de evitar futuras situaciones conflictivas a los ciudadanos (dentro de poco regresarán al estatus de súbditos) el gobierno de Su Graciosa Majestad prepara un plan para controlar a los no nacidos en ambientes poco recomendables. Ya se sabe que esos son los que luego nos atracarán en el cajero.
Los nonatos en determinados ambientes parece ser que son un riesgo cierto de comportamiento antisocial. No sólo los bebés, incluso los que todavía no han nacido son presuntos.

Dada la afición que el gobierno neolaborista (que debe ser neocon en terminología británica) a las cámaras, no sería de extrañar que implantaran una minicámara en el útero de las embarazadas de baja extracción social o que las ecografías fueran consideradas pruebas policiales para un posterior encausamiento.

Si la propuesta prospera –aunque ya tiene a la mitad de su propio partido revolucionado- será un paso más para el desmantelamiento del estado moderno que concibió la revolución francesa. La libertad del individuo habrá desaparecido ya antes de su nacimiento.

Sí, ya sé que lo de la libertad siempre ha sido un desideratum, pero al menos se tenía la decencia de mantener las formas. Blair, con dos cojones, está dispuesto a eliminar incluso las apariencias.

¿Qué coño de libertad dicen proteger? ¿Queda alguna?

13 comentarios:

Gabriel Syme dijo...

¿La de consumir?

pies diminutos dijo...

Y,¿cuánto tiempo tardaremos en tener ese sistema en España? Disfrutemos de nuestra intimidad ahora que podemos...

Alicia Liddell dijo...

Ni siquiera esa, Gabriel, porque consumir ya no es una elección, es una imposición.

Pies no sea ingenua. Aquí no llegamos a esos niveles, pero tampoco se puede decir que el nivel de intimidad sea grande.

Tómese la molestia de contar las cámaras con las que se cruza cada día ... y eso sólo las que ve.

mireias32 dijo...

¿De qué sirve poder detectar un pedo a doscientos kilómetros de profundidad y tener un reconocedor de perfiles en cada aeropuerto si después permites que te derriben torres y te llenen los trenes de mochilas?

Luis Rivera dijo...

Me viene a la memoria una frase que no se si fué del Almirante Masera o del general Mason, integrante de la Primera Junta Militar Argentina el primero, o destacado Jefe militar el segundo, durante la última dictadura en aquel país.
Aunque no respondo de la literalidad, si del sentido de la frase:

"Detendremos a los terroristas y los controlaremos, luego controlaremos a sus amigos, y a sus familiares, y a sus colaboradores, y alos amigos de sus amigos, y a sus conocidos y así sabremos donde están los futuros terroristas".

Isabel Barceló Chico dijo...

Se me hiela la sangre. Voy a mirar El País, no había visto esta noticia. Blair se ha convertido, como su homólogo Bush, en un auténtico peligro público. Saludos cordiales.

Alicia Liddell dijo...

Es de ayer, 5 de septiembre.

Gregorio Luri dijo...

No te equivoques: Orwell fue el proto-neo-conservador. Y a sus artículos en Partisan Review me remito.

beren dijo...

Siempre nos han controlado, lo han conseguido siempre. Llevábamos una época en la que no era tangible y no había determinaciones concretas, supongo que por pudor y que la letra no empañara el discurso "demócrata", pero se va acabando el tiempo de las imposturas.
Un saludo

pieldivina dijo...

Y luego polemizan (los ingleses, digo) sobre si la imposición de tener DNI es una falta de respeto a la intimidad. Jiji.

pcbcarp dijo...

Estimada Sra. Liddell: Soy muy pesimista sobre el futuro que nos espera. Constato que a una parte sustancial de la población, o le da igual, o le encanta que la controlen (en realidad, porque creen que controlan a los demás, a los malos)

Fer dijo...

Bueno, bueno, bueno. Lo que le ha dado por hacer al inglesito, con lo modosito que parecía años atrás. Se ve que ha sido ir al rancho de George y convertirse en Tony "Ironhand" Blair.
No me sorprende, la verdad, pero me deja intranquilo. Aquí somos más anárquicos, no nos gusta sentirnos controlados (ingleses en Ibiza, año 2028: por un turismo sin cámaras), pero todo depende de quién y cómo gobierne.
Esto es, si vuelve el Bigote Maligno del Tupé Eterno al poder, que Dios nos pille confesados...

Fer dijo...

Confieso, aparte, que ardo en deseos de que conserven, como mínimo, la libertad de rascarse la barriga.
En caso contrario, nos veo con el Arbeit Macht Frei tatuado en el pecho.

P.D.: además de la mención a Orwell, aprovecho para recordar el futuro imaginario de la Pérfida Albión que describe V de Vendetta: "¡Inglaterra prevalece!".