martes, septiembre 05, 2006

Mitomanía (IV): William Hurt

Hacía de Fred McMurray en la primera película que recuerdo haberle visto. Ella no era Barbara Stanwick, pero resultaba tan inquietante y seductora como la vieja dama. Él es William Hurt, claro, y la película, una nueva versión de la novela de James M. Cain “Double Indemnity”.

Había visto anteriormente una película suya, de Ken Russell, una orgía psicodélica titulada “Viaje alucinante al fondo de la mente”, pero que me dejó tan afectada y confusa que casi ni recuerdo. Debía tener un componente amnésico asociado.

Pero dónde me dejó completamente entregada fue en “Gorki Park”. Gorki Park es una película policíaca atípica. Adapta la novela homónima de Cruz Smith, que tiene en el policía moscovita Arcadi Renko su héroe particular en los últimos años de la Unión Soviética.

Hurt borda el papel de policía profesional, alejado de los manejos políticos y capaz de poner en peligro su status y su vida con tal de descubrir qué se esconde tras los cuerpos desollados y enterrados bajo la nieve de Gorki Park.

Está muy bien en esa peli, donde tiene al lado dos actores más que solventes: Lee Marvin y Brian Dennehy.

Luego daría la réplica a Sigourney Weaver en “El ojo mentiroso”, una peli decente, aunque olvidable.

Se convierte en actor fetiche de Lawrence Kasdan, protagonizando varias películas. La siguiente, tras “Fuego en el cuerpo”, será la maravillosa “Reencuentro”, dónde aparecen los que luego se harán habituales de la alfombra roja de los Oscar: Kevin Kline o Glenn Close, entre otros nombres que formarán la élite de Hollywood en los siguientes años.

Con Kasdan repetirá también en la desconcertante “El turista accidental” y dará cuerpo a un inquietante y torpe asesino en “Te amaré hasta que te mate”, también con el otro actor fetiche del director: Kevin Kline.

Tras unos excelentes años, consigue el Oscar al mejor actor en su primera nominación por “El beso de la mujer araña”. Volverá a ser candidato con “Hijos de un dios menor” y “Al filo de la noticia”.

Los 90 son años de decadencia, actuando en películas olvidables. Dicen los biógrafos y las cotorras de Hollywood que debido a su inmoderada afición al alcohol y los estupefacientes. Esporádicamente aparece en alguna película decente, como “Alice” de Woody Allen, haciendo de secundario de lujo.

Participa en películas de ciencia ficción tan bobas como “Pérdidos en el espacio” o la delirante “Dark City”, incluso hace una incursión en la mini serie televisiva que se adapta de “Dune”. Da vida al sombrío Rochester en la versión que hizo Zefirelli de “Jane Eyre” y otros melodramas más contemporáneos, así como en intrigas policíacas o políticas nada memorables.

Deambula por algunas coproducciones europeas y pelis americanas de mínima importancia destinadas al consumo televisivo dominical o, simplemente, al olvido. Da vida al “Geppeto” imaginado por Spielberg en la somnífera y vacua “Inteligencia Artificial”

Pasa de protagonista a actor de reparto. Se convierte en lo que se llama “un secundario de lujo”, aportando calidad siempre con su sola presencia. Así lo demuestra en “Smoke” y confirma recientemente en el pequeño papel que David Cronenberg le regala en “Una historia de violencia”, que le vale su cuarta nominación al Oscar. Previamente había rodado “El bosque” con su habitual contención, destacando en una película desmadrada y previsible.

Hurt parece que nunca se desmelena, pero sus actuaciones transmiten una rara intensidad. Los años le han transformado. Ya no es un galán atractivo, ahora parece ejercer una hipnótica atracción entre la perversidad y el desamparo.

7 comentarios:

Breo Tosar dijo...

"Ya no es un galán atractivo, ahora parece ejercer una hipnótica atracción entre la perversidad y el desamparo." ¡Genial!

Alicia Liddell dijo...

¡Vaya! Descubrí el secreto. Usted es el visitante de Falun.

Por lo que me enseña el mapa, está por encima de Estocolmo, así que debe hacer un frío considerable.

Alicia Liddell dijo...

Por cierto, su referencia me hace ver mi error. Siempre me pasa, una vez edito el texto veo las meteduras de pata que he pasado por alto en las cinco o seis revisiones previas. Atractivo/atracción ...

Bueno, pongamos seductor y asunto arreglado.

Breo Tosar dijo...

Alicia, gracias por tomarte la molestia de buscar un pueblo como Falun en el mapa. En mi blog iré colgando alguna fotografía de la Naturaleza de este lugar.

Anónimo dijo...

Un actor inmenso.
Su mirada llena la pantalla. Y esa sonrisa que no termina de desplegarse, entre la socarronería y la indulgencia.
Pero pasó usted demasiado rápido por "El turista accidental", aunque "desconcertante" es un buen calificativo.
"El turista accidental" es una película que he visto unas cuatro veces y cuyo tono me sigue seduciendo.
Saludos.

Luis Rivera dijo...

Coincido con el anterior comentarista, Kafka... , a mí "El Turista Accidental" me sigue fascinando, por ese tono gris y monocorde que tiene la película, esa enorme tristeza que produce lo gris cuando se lo expone a la visión de los demás. Creo además que en esa película, la vioz en off, reiterando la frase "El turista accidental..." merece un premio a la oportunidad del concepto. No es desconcertante, no, en absoluto, para mi por lo menos.

Alicia Liddell dijo...

Yo recuerdo con enorme simpatía todas las escenas del perro, incluyendo la del batacazo en el sótano.

¿Y la delirante relación de los hermanos con el teléfono?